La Premier League renuncia a una línea de ingresos que empezó a explorar durante el cierre de estadios. La competición ha anunciado que dejará de emitir los encuentros que no tenían operador asignado bajo la modalidad de pay-per-view (PPV), después de las quejas de los aficionados por un precio que consideraban abusivo: 14,95 libras (17 euros).
La decisión empezará a aplicarse a partir del sábado 21 de noviembre y estará en vigor durante todo el período de Navidad y Año Nuevo. La medida beneficia especialmente a Sky Sports, BT Sport, Amazon y la BBC, socios audiovisuales del torneo en Reino Unido y que ahora podrán incorporar más partidos por jornada a su oferta.
“Hay un calendario completo de partidos de la Premier League durante el período festivo y los clubes están comprometidos con una solución accesible para los aficionados”, ha señalado la Premier en un comunicado. “Estos planes se han hecho con la cooperación de nuestros socios audiovisuales”, ha añadido.
La dirección del campeonato señala que, una vez analizados los resultados, “el acuerdo se revisará” de cara al tramo de temporada que va de enero a junio de 2021. La razón no es otra que la confianza, o el anhelo, de que el Gobierno adopte nuevas medidas para favorecer el regreso de los espectadores a las gradas.