La Premier League ha acelerado algunas de las reformas que se le reclamaban desde fuera cuando se ha visto amenazada por una mayor regulación pública. Semanas después de la propuesta de regulador del fútbol por parte del Gobierno de Reino Unido, la competición ha anunciado el endurecimiento de las condiciones para poder ser inversor o dirigir uno de los clubes. Las medidas han sido aprobadas por unanimidad en la junta de accionistas celebrada hoy.
Las nuevas medidas “entrarán en vigor de inmediato”, por lo que de inicio ya se aplicarán en el proceso de venta del Manchester United. Está por ver cómo afectará a la candidatura de Qatar en esta operación, pues entre los “nuevos eventos descalificadores” se apunta al incumplimiento de los derechos humanos, algo que al emirato se le ha criticado por las condiciones de construcción de los estadios para el Mundial de 2022.
En concreto, el escrutinio pasa a realizarse a cualquier persona o compañía que vaya a comprar al menos el 25% de un equipo de fútbol, frente al 30% de la anterior normativa. Además, ya no sólo se analizarán los perfiles de los accionistas, miembros del consejo de administración y ejecutivos, sino que se amplía a “las personas responsables de firmar una serie de documentos normativos clave”.
Además, se incorporan nuevas razones para descalificar a cualquier inversor o profesional, incluyendo aquellas que estén sujetas a sanciones del Gobierno británico o que hayan sido condenadas por abusos a los derechos humanos, basado en las Regulaciones Globales de Sanciones a los Derechos Humanos 2020.
También se amplía la lista de delitos penales que dan lugar a la inhabilitación, para incluir delitos relacionados con la violencia, la corrupción, el fraude, la evasión fiscal y los delitos motivados por el odio. Y se extiende la lista de reguladores cuyas sanciones inhabilitan para estar en un club, como serían la Comisión de Beneficencia, la Autoridad de Conducta Financiera, el Banco de Inglaterra, Hacienda y la Comisión de Juegos de Azar.
Tampoco podrán aspirar a ser accionista de un club aquellos que hayan participado en quiebras anteriores de otros equipos, protegiendo así de inversores que hayan provocado algún tipo de quebrando en el ecosistema futbolístico. Como tampoco se permitirá que alguien se convierta en ejecutivo o administrador de un club “cuando estén bajo investigación por conducta que resultaría en un evento descalificador”.
Por otro lado, la Premier League explica que las nuevas normas también introducen “mayor claridad y transparencia sobre la diligencia debida que llevará a cabo la Liga en una adquisición, con una lista acordada y publicada de materiales de adquisición” que los potenciales compradores deberán proporcionar a la competición “para facilitar su diligencia debida”.
La lista de personas non grata en la gestión de clubes de la Premier League será pública, de modo que se intentará prevenir de adquisiciones no permitidas. Todo un cambio que se une al anticipado días atrás por su director general, Richard Masters, quien anunció que también introducirán cambios en las normas de control económico para asemejarlas a las implantadas por Uefa entre los equipos que disputan competiciones europeas.