La Premier League busca recortar el agujero económico que ha supuesto la abrupta pérdida del acuerdo que mantenía con Suning en China. La OTT del grupo chino de distribución, PPLive Sports, rescindió unilateralmente su contrato en marzo y dejó de pagar alegando la suspensión de los partidos, y ahora la competición reclama en los juzgados una indemnización de 215,3 millones de dólares (183 millones de euros).
La gestora de la liga inglesa de fútbol alega que el operador audiovisual no realizó ni un solo pago para retransmitir los partidos de 2019-2020, incluso antes del estallido de la pandemia del Covid-19 que obligó a paralizar todas las competiciones, según Bloomberg. En concreto, la factura pendiente por los encuentros ya emitidos ascendería a 210,3 millones de dólares (178,8 millones de euros), a lo que añade 5 millones de dólares (4,2 millones de euros) en concepto de intereses.
El caso se sigue en los juzgados británicos, donde la Premier espera lograr un acuerdo favorable a sus intereses. De este modo, ya no sería tanto salvar el fuerte descenso que ha sufrido el precio de sus derechos en el gigante asiático en 2020-2021, sino recuperar el dinero con el que sí contaba para 2019-2020. Este año las retransmisiones han sido adjudicadas a Tencent, que asegura muchísimo menos dinero, pero al menos una amplia visibilidad.
En total, la Premier League tiene acuerdos de televisión firmados a nivel global por valor de 9.200 millones de libras (10.054 millones de euros) para el ciclo 2019-2022, con una mejora interanual del 8%. Este incremento se debe a la expansión internacional, pues los derechos en el extranjero aportarán un 35,4% más, hasta 4.200 millones de libras (4.590 millones de euros). Por el contrario, los acuerdos en Reino Unido aportarán un 13% menos, con unos 5.000 millones de libras (5.464 millones de euros).