Pistoletazo de salida a una nueva y polémica edición de los Juegos Olímpicos de Invierno. Pekín 2022 arranca una esperada cita invernal en la que el Gobierno chino ha gastado más de 84.000 millones de euros en la puesta a punto de esta edición. Este gasto se divide en los 3.900 millones de dólares (3.350 millones de euros) que el gobierno local presentó de presupuesto directo para la organización de la competición, a los que se añaden más de 610.000 millones de yuanes (80.000 millones de euros) que las autoridades han gastado en la promoción de la industria de la nieve y la construcción y puesta a punto de infraestructuras.
China se ha propuesto convertir a su capital en el destino mundial de los deportes de nieve, pese a la controversia que generó su elección como sede olímpica a nivel internacional. Varias de sus políticas nacionales, como la represión y maltrato a la etnia Uigur, han generado un boicot diplomático que ha derivado en que países como Estados Unidos (EEUU), Australia o Reino Unido hayan anunciado que no mandarán delegados a los Juegos, aunque sus deportistas si acudirán en busca de la medalla.
De los 80.000 millones invertidos, una parte importante se ha destinado a la construcción de nuevos centros deportivos, con más de 40 instalaciones y un millar de pistas de hielo y nieve. China no sólo busca poner a punto sus infraestructuras para albergar estos Juegos, sino que la capital del país se convierta en el centro de los deportes de invierno a nivel mundial promoviendo, en primer lugar, la práctica de estas disciplinas entre sus propios ciudadanos. Con el fin de establecer este legado, las autoridades han destinado parte de la inversión a un programa de ayudas para la formación de instructores, del que se han beneficiado más de 23.000 personas.
A pesar del importante desembolso que el Ejecutivo de Xi Jinping ha hecho para esta cita invernal, la realidad es que el importe ha estado lejos de las cifras contempladas en otros acontecimientos deportivos de este tipo. Para las olimpiadas de 2008, China invirtió 43.000 millones de dólares (38.600 millones de euros) y para los Juegos de Pyeongchang el presupuesto fue de 14.000 millones de dólares (12.580 millones de euros).
Esta nueva edición de invierno contará con tres sedes oficiales, Pekín, Yanqing y Zhangjiajo. La inauguración de la cita tendrá lugar el 4 de febrero y la clausura será el 20 de febrero. El Comité Olímpico Internacional aprobó una ayuda de 28,5 millones de dólares (24,9 millones de euros) para sufragar los gastos de los atletas, que volverán a estar sometidos a un estricto control sanitario para evitar contagios durante las pruebas. Esta subvención, llamada Beca de Solidaridad Olímpica, se puso en marcha para los JJOO de Tokio con el objetivo de ayudar a los países más necesitados.
A pesar de que no se conoce el impacto económico que esta cita tendrá en la región, sí se ha calculado el negocio que generaron los Juegos de PyeongChang. Estos supusieron un impacto directo sobre la economía del país de 39.946 millones de dólares (35.850 millones de euros) y otros 19.243 millones de dólares (17.290 millones de euros) de manera indirecta. Además, estas olimpiadas también servirán para crear nuevos empleos, temporales y permanentes, en varias zonas.
Retorno de la inversión
Pero, ¿cómo pagará China estos Juegos Olímpicos de Invierno? Una de las principales fuentes de ingresos son los derechos televisivos. Esta venta recae en el COI, que tiene alianzas estables y a largo plazo en todos los grandes mercados. En España, los encargados de retransmitir estas competiciones serán Eurosport y DMax, aunque Radio Televisión Española (Rtve) también realizará retransmisiones de algunas de las pruebas para garantizar el abierto.
Los últimos Juegos de Inviernos, los de PyeongChang 2018, registraron una audiencia a nivel mundial en televisión de 1.900 millones de personas, según los datos del COI. Además, más de 670 millones de personas siguieron el evento por plataformas digitales. A pesar de que todavía no existe una estimación sobre cuánto podría ingresar Pekín por los derechos de retransmisión de estas olimpiadas de invierno, en el caso de PyeingCghang el importe fue de 1.436 millones de dólares (1.280 millones de euros).
Otra parte importante de la aportación que recibirán las autoridades chinas por la celebración de esta cita vendrán de la mano de los patrocinios. Hasta la fecha, los patrocinadores han desembolsado al COI 1.000 millones de dólares (900 millones de euros), una cifra que podría alcanzar los 2.000 millones de dólares (1.800 millones de euros) como consecuencia de las ventajas fiscales que se han ofrecido a la financiación privada.
Los JJOO cuentan con 13 patrocinadores oficiales que son Airbnb, Alibaba Group, Allianz, Atos, Bridgestone, Coca Cola, Intel, Omega, Panasonic, P&G, Samsung, Toyota y Visa. A mayores, el comité organizativo local ha sumado a esta cartera otros 45 patrocinadores, lo que deja la cifra final por debajo de la registrada en Tokio.
Sin embargo, si hay algo que va a complicar el retorno de la inversión en Pekín 2022 es la ausencia de público. A pesar de que la organización valoró la opción de abrir las competiciones al público, finalmente la variante Ómicron ha decantado la balanza hacia la celebración de todas las pruebas a puerta cerrada. Así, únicamente las autoridades y los patrocinadores, junto a sus invitados, podrán acceder a los recintos.
En los últimos Juegos de Invierno se vendieron 1,1 millones de entradas al público, lo que generó unos ingresos para la organización de 143 millones de dólares (128 millones de euros), un importe con el que Pekín 2022 no podrá contar. A esto se suma la ausencia de algunas de las principales estrellas de los deportes de hielo, pues los jugadores de la NHL no asistirán a esta cita ante la situación sanitaria originada por la Covid-19 en la recta final del año.
A nivel de merchandising, el antecedente contemplado en los Juegos de PyeingCghang supuso que la organización pusiera a disposición del público más de 1.500 productos en tiendas específicas a las que accedieron más de 650.000 visitantes procedentes de todo el mundo. En esta ocasión, la falta de asistencia a la cita invernal lastrará también los ingresos procedentes del merchandising.
De este modo, esta semana Pekín da la bienvenida a unos Juegos que supondrán un antes y un después para el sector de los deportes de invierno del país. Las autoridades locales han invertido más de 84.000 millones de euros con el objetivo de dejar un legado que no sólo vaya relacionado con el desarrollo de infraestructuras sino también con la creación de una marca. Además, estas acciones también buscan aumentar la práctica deportiva de estas disciplinas, un hito que ya consiguió en la última campaña invernal cuando el número de chinos tomando parte en alguna actividad relativa a deportes de nieve o hielo ascendió hasta la cifra récord de 224 millones.
