La guerra del golf puede vivir uno de sus últimos capítulos y ya involucra incluso a Donald Trump. El PGA Tour ha anunciado en un comunicado que se encuentra “cerca de un acuerdo final” con el fondo de inversión saudí (PIF) gracias a la participación del presidente de los Estados Unidos. El consejero delegado del circuito, Jay Monahan, y los representantes de los jugadores Tiger Woods y Adam Scott se han reunido con Trump para que se involucre en las negociaciones con el circuito saudí.
“Sabemos que los aficionados al golf esperan con ansias una resolución de las negociaciones con PIF y queremos agradecer al presidente Trump su interés y su apoyo desde hace tiempo al golf. Le pedimos al presidente que se involucrara por el bien del golf, el bien del país y de todos los países involucrados. Estamos agradecidos de que su liderazgo nos haya acercado a un acuerdo final, allanando el camino para la reunificación del golf profesional masculino”, ha señalado Monahan en un comunicado.
El pasado septiembre el PGA Tour ya hizo su primer acercamiento al admitir en sus torneos a los jugadores que también participen en el LIV Golf. De este modo, se caía uno de los principales obstáculos que dificultaba la convivencia entre los dos circuitos y que impedía llegar a un acuerdo para una posible fusión. De este modo, el PGA América se garantizaba que todos los golfistas estadounidenses que hubieran competido en LIV Golf pudieran participar en la Ryder Cup.
El movimiento del PGA acercó posturas entre ambos circuitos justo cuando se reactivaron las negociaciones. Uno de los puntos de fricción entre ambas partes es el contrato de Jon Rahm, ya que algunos jugadores del PGA consideran que el jugador de Barrika debería devolver el dinero en caso de que se produjera un acuerdo y pasase a competir en ambos circuitos. El golfista español firmó un contrato de 525 millones de dólares (471 millones de euros) durante los próximos cuatro años.
Entre otras de las opciones que se han barajado está la posibilidad de que los jugadores que firmaron por el LIV Golf paguen multas por participar en los torneos del PGA o que renuncien a las ganancias de sus torneos. Otro de los impedimentos es la reticencia de los jugadores del PGA a jugar fuera de Estados Unidos, dónde se desarrolla la mayoría de torneos de su circuito actual. De este modo, su participación en los torneos del LIV Golf parece complicada.
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