Lío a la vista con la nueva Primera Rfef. La competición creada por la federación como sustituta de la actual Segunda B, y que empezará esta próxima temporada, ha recibido el rechazo de ProLiga, la principal patronal de los clubes del fútbol no profesional. La asociación ha impugnado ante el CSD las bases de competición de la nueva liga, así como de la Segunda y Tercera Rfef, al considerar que son “prácticamente imposibles” de cumplir las condiciones establecidas por la Rfef.

ProLiga asegura que varias de las peticiones de la federación “cierran las puertas a la gran mayoría de los clubes modestos”. El organismo, que representa a cerca de 250 clubes no profesionales, ha notificado que las bases no han sido aprobadas por la comisión directiva del Consejo Superior de Deportes (CSD).

“Pudiera darse la circunstancia de que muchos clubes no compitan para ascender o incluso pudieran querer perder la categoría para poder ser viables”, denuncia la patronal. En concreto, ProLiga destaca como muy complicadas de cumplir exigencias como la instalación de hierba natural en los estadios, “cuando multitud son campos municipales”, el aforo mínimo de 4.000 espectadores en Primera Rfef o el presupuesto mínimo de hasta 1,5 millones en la nueva categoría de bronce del fútbol español a partir de 2023-2024.

El presupuesto mínimo para la Tercera Rfef se eleva hasta 80.000 euros, mientras que en la Segunda Rfef es de 400.000 euros. ProLiga lamenta que el incumplimiento de estos y otros requisitos supondría la expulsión de la competición. 

Asimismo, la patronal se muestra contraria a la implantación de un salario mínimo, “sin haberse producido negociación alguna con los clubes”, y la exigencia de avales para competir.