Publicidad

De la NWSL a la WE League japonesa: ¿cómo se construye una de las mejores ligas de fútbol femenino?

La profesionalización de los campeonatos es un proceso aún en ciernes, pero del que ya se pueden extraer muchos ejemplos en ámbitos como el formato, las estructuras corporativas y de gestión o los modelos de venta de activos e inversiones estratégicas.

Liga MX Femenil

Ligas que aumentan el número de clubes, otras que los disminuyen, campeonatos decididos en formato playoffs o en fase regular, la aparición de holdings internacionales de equipos, nuevas estructuras de cantera, innovadores contratos de patrocinio… El fútbol femenino se encuentra en un proceso de efervescencia que se reproduce en el funcionamiento de los respectivos torneos nacionales, que buscan crear un producto atractivo para marcas y aficionados, pero que también avance hacia la profesionalización y la sostenibilidad. Este y otros factores se analizan en el cuarto capítulo de la serie Radiografía del fútbol femenino como industria, previa al Mundial de Australia y Nueva Zelanda y realizada en colaboración con 4-Football.

Ahora bien, por mucho que la popularidad de la disciplina se haya disparado en los últimos años, el trabajo de cada una de las competiciones es capital para llevar al fútbol practicado por mujeres al siguiente nivel. “Es necesario estudiar las mejores prácticas a nivel de crecimiento, desde ligas y estructuras gubernamentales, pasando por la visión de marca o producto (que es la que marca la evolución verdadera de la industria), hasta el modelo de crecimiento de la base”, indica el cofundador de 4-Football, Albert Vallbona.

Albert Vallbona: "Es necesario estudiar las mejores prácticas a nivel de crecimiento, desde ligas y estructuras, pasando por visión de marca y modelo de crecimiento de la base"

En definitiva, el fútbol femenino deja muchos ejemplos alrededor del mundo que pueden servir de inspiración para todas las competiciones, incluida Liga F, que este año ha concluido su primera temporada con la condición de profesional, con pérdidas y con varios asuntos por mejorar y evitar como la discusión sobre el patrocinio con Finetwork.

Más allá del modelo de liga, que será diferente en función del territorio y se amoldará a sus características, la estructura organizativa sobre la que se vertebran los clubes femeninos es fundamental para el desarrollo y crecimiento de la disciplina. Evidentemente, las competiciones mejor gestionadas son las que con más facilidad atraerán a nuevas audiencias y seguirán ampliando su base de seguidores. Para ello, caben todo tipo de modelos, ya sea con la cooperación entre gestora, clubes y federación nacional, la gestión directa por parte del organismo federativo u otro tipo de modelos apoyados en otras competiciones. 

El caso de Inglaterra es un ejemplo de colaboración entre instituciones. Además de contar con la Women’s Super League, una de las ligas más potentes de Europa y que está gestionada por la Federación Inglesa (FA), el fútbol femenino inglés también goza de una buena relación con la Premier League. No en vano, la mayor liga de fútbol del mundo invirtió 9,75 millones de libras (11,3 millones de euros) en la FA Women’s National League, gestora de la tercera y la cuarta categoría del fútbol femenino inglés el pasado año. ¿El objetivo? Impulsar el crecimiento de estas ligas y la mejora de los estadios de sus 72 equipos (separados en dos divisiones y seis grupos). Una manera de garantizar la estructura de la pirámide competitiva y fortalecer el fútbol base. 

Asimismo, y  tras recoger los éxitos del Mundial de 2019, la Federación Francesa de Fútbol (FFF) ha continuado su inversión en fútbol femenino y este mismo año elevará hasta un 25% la financiación concedida a los clubes, acercándose a los cinco millones de euros. A ello se le suma una reordenación de sus competiciones dirigida a aumentar la atracción del producto mediante un final en play-off a partir de la próxima temporada. 

También se reducirá a la mitad el número de clubes que militan en la D2 –Segunda División– y, para no romper la escalera competitiva, se estrenará una tercera categoría. Con ello, el organismo rector del fútbol galo no sólo intenta contribuir a la profesionalización de la cúspide del fútbol femenino, sino que también apunta a profesionalizar la segunda categoría.

La optimización de este tipo de estructuras y la coordinación entre los diferentes reguladores u organismos que intervienen en el funcionamiento de estas competiciones es trascendental para que surjan cada vez más ligas de carácter profesional, ya sea bajo la gestión federativa o de forma independiente. Así las cosas, también en Europa, otros países como Croacia están en proceso de impulsar nuevos campeonatos nacionales. Habrá especial interés, además, en ver cómo reacciona UEFA y los países que organizan los próximos campeonatos europeos (Euro U19 2023 en Bélgica o 2024 en Lituania, Euro U21 2023 en Rumanía y Georgia, y evidentemente la Eurocopa 2025 en Suiza), en posicionarse para ser motores de crecimiento de fútbol femenino en Europa.

 

México y Colombia, despertar del fútbol femenino en Latinoamérica

Con menos años de tradición, el fútbol femenino ha emergido en Latinoamérica y han despuntado competiciones como la liga mexicana o la liga colombiana. Ambas creadas en 2017, los dos torneos han capitalizado el despertar del fútbol femenino en el continente, más allá de Estados Unidos, mediante un sistema de ligas cerradas.

Además, en el caso de la Liga MX femenil los clubes participantes son los mismos que en la edición masculina, un factor que facilita su gestión y la apuesta inversora, pues tienen garantizada la plaza. Una decisión impuesta desde el ámbito federativo con el reto de impulsar la difusión de la disciplina. De hecho, la federación china ha seguido sus pasos y también exige desde este año a los clubes masculinos contar con un equipo femenino. Son ejemplos de cómo los organismos decisorios del fútbol en esos países han apostado sin temor por la profesionalización del fútbol femenino.

Por otro lado, la liga MX femenil dio un paso de gigante hacia su consolidación tras cerrar esta misma temporada un acuerdo con Nike como patrocinador oficial del Torneo Apertura y que va mucho más allá de ser el proveedor del balón oficial, en “territorio Adidas”, marca que tiene a la selección mexicana como uno de sus principales combinados desde 2007. Si bien el crecimiento queda cada vez más claro sobre el césped, es en las gradas dónde el campeonato sobresale con mucha diferencia por encima del resto con unos datos de asistencia muy por encima incluso de las grandes ligas europeas. El Clausura 2023 incrementó un 60% el número de espectadores hasta un acumulado de 289.130 personas en las 13 jornadas de campeonato y superó el récord del país con más de 58.000 personas en el encuentro entre América y Pachuca.

La Liga MX femenil registra datos de asistencia por encima de algunas ligas europeas y esta temporada ha incorporado a Nike como patrocinador oficial de su Torneo Apertura 

En Asia el que aspira a ser el principal estandarte de la profesionalización del fútbol femenino es la recién creada WE League japonesa. Con el reto de ser la mejor de las siete ligas profesionales del continente asiático, la liga nipona, que arrancó en 2021, fue impulsada por la Federación Japonesa de Fútbol (JFA) para erigirse en la primera competición femenina profesional del país. Entre sus principales requisitos destaca que cada club debe garantizar contratos profesionales a al menos 15 jugadoras e incorporar a alguna mujer tanto en el cuerpo técnico como en la junta directiva de la organización. La propuesta por el fútbol femenino en Japón también ha ido acompañada de conferencias o eventos de negocio de carácter internacional en los que se desgranaba el potencial de la disciplina en el país. 

 

De Budweiser a Google, cómo activar en el fútbol femenino 

Para garantizar la sostenibilidad de las ligas, la capacidad de tejer alianzas con las marcas es fundamental. Aunque la labor se ha allanado en las últimas temporadas ante la pujanza de la disciplina, los patrocinios siguen siendo la tarea pendiente de muchas organizaciones de fútbol femenino, sean competiciones o clubes. Sin ir más lejos, la Liga F vendió los naming rights a la teleco Finetwork, que ahora dice que no tiene por qué pagar los 4 primeros millones del contrato de 15 millones de euros que firmó con la competición por tres temporadas.

Sin embargo, hay muchas empresas cuya relación con el fútbol femenino viene de largo o que han sabido anticipar de forma muy acertada el potencial de la disciplina. En España, una compañía energética como Iberdrola es una de las referentes en deporte femenino, mientras que uno de los grandes socios en Estados Unidos es una cervecera como Budweiser. La compañía estadounidense ha sido una parte activa del auge de la NWSL, y es que a finales de 2020, y tras una revolucionaria campaña en redes sociales, se encargó de captar hasta seis nuevos patrocinadores para la liga. 

A través de posts en las redes sociales, que se hicieron virales en todo el país norteamericano, Budweiser animaba a “poner el apellido” a la liga al ofrecer la oportunidad a otras marcas de ser el reloj oficial, o el restaurante oficial, o el desodorante oficial. En cada publicación etiquetaba a las compañías especializadas en cada mercado, y así lograba disparar el engagement con miles de seguidores suyos mencionando y animando a sus marcas preferidas de otros sectores a adherirse a la cartera de patrocinadores de la competición. Un auge en el número de socios que permitió incrementar en sólo un año un 19,3% el tope salarial de las franquicias. 

Asimismo, los gigantes tecnológicos tampoco han desaprovechado la oportunidad de garantizarse su presencia en el fútbol femenino. El pasado mayo Google selló un doble acuerdo con la Federación Alemana de Fútbol, en el que además de ser uno de los socios oficiales del ente federativo, será title sponsor de la Bundesliga femenina hasta 2026-2027, reemplazando a Flyer Alarm.

Muchos de estos socios habían llegado hasta ahora indistintamente al fútbol masculino y al femenino, por eso cada vez tiene más valor que las marcas apuesten de forma exclusiva, o de forma distinta, por el fútbol practicado por mujeres. “Es un mercado completamente distinto que hay que mantener al margen y sin copiar los vicios del fútbol masculino”, señala Vallbona. 

En términos generales, las empresas financieras son las que más rápido se vincularon al fútbol femenino. Por ejemplo, una multinacional del tamaño de Visa fue de las primeras marcas en sumarse al vertical de patrocinios exclusivos para el femenino que lanzó la Fifa hace dos años.  De este modo, hasta 9 ligas europeas cuentan con bancos o compañías de servicios financieros como main sponsor, según los datos que se extraen del Club Licensing Benchmarking Report elaborado por la Uefa, que analiza la situación del fútbol europeo en 2022.

Del resto, destacan sectores de telecomunicaciones como en el caso de España, servicios profesionales, farmacéuticos, de juegos de azar, alimentación y bebidas, energía, construcción y ONGs. Llaman la atención los casos de Inglaterra, Alemania y Países Bajos, cuya liga femenina tiene patrocinador principal pero no la masculina. 

El campeonato inglés lidera esta partida en Europa con puño de hierro, con un acuerdo con Barclays como main sponsor que le aporta 10 millones de euros anuales. Cifras más de cinco veces superiores a los 1,7 millones por temporada que le aporta la inmobiliaria Obos a la liga noruega, su principal perseguidor en este ámbito. 

El apoyo al fútbol femenino también se ha abanderado desde el ámbito audiovisual. En este sentido, destaca la estrategia seguida por Dazn que, tanto en Europa con la Champions League como en Japón con la WE League, optó por la emisión gratuita de los torneos por YouTube, tras comprar los derechos en exclusiva. Una forma de ampliar la visibilidad de la competición y atraer a más seguidores a su plataforma de cara a las siguientes temporadas. 

 

Del primer holding del fútbol femenino al desarrollo de canteras

El aumento de interés hacia el fútbol femenino ha traído consigo inversiones que hasta la fecha tan sólo se habían llevado a cabo en el masculino. En este caso es Estados Unidos quien lleva la directa con operaciones corporativas de calado en clubes de la NWSL. La última y más sonada fue la protagonizada por la dueña de los Washington Spirit, Michele Kang, al adquirir el Olympique de Lyon femenino y crear una sociedad para la gestión de ambas entidades. Se trata del origen del primer holding de fútbol femenino que, tal y como ha asegurado el grupo, se ampliará próximamente hacia otros clubes en Europa, Latinoamérica y Asia. 

Si bien entonces no trascendieron los detalles económicos, Kang se hizo con la franquicia de Washington un año antes por 35 millones de dólares (32 millones de euros) en la que fue la operación corporativa más elevada del fútbol femenino estadounidense. 

“Están entrando fondos, y algunos específicos de mujeres, que le dan mucho valor al deporte femenino. En algunos casos incluso se han cerrado contratos de marketing sin que el equipo hubiera empezado a jugar partidos, al ser de reciente creación”, apunta el fundador de 4-Football. Es el caso del Angel City, creado en 2020 por un grupo de inversoras formado por la extenista Serena Wiliams, la actriz Natalie Portman y las exfutbolistas Mia Hamm y Abby Wambach, entre otros. La cofundadora de la franquicia lanzó este mismo año un fondo para invertir en deporte femenino que espera recaudar hasta 100 millones de dólares (93 millones de euros). La propia NWSL o la Women’s Super League inglesa son dos de los destinos preferentes en los que se centrarán las inversiones.

Asimismo, este mismo año se produjo la mayor inversión por una plaza en la liga estadounidense de fútbol femenino desde la Bay Area. En total, 53 millones de dólares (48,7 millones de euros) de franchise fee y 125 millones de dólares (115 millones de euros) de inversión global para que los San Diego Waves tengan plaza en la NWSL a partir de 2024. El fondo Sixth Street, con participación en Real Madrid y FC Barcelona, es el accionista mayoritario de la nueva franquicia californiana. 

El crecimiento de la liga va en consonancia con la aparición de figuras que se erigen como referentes para las nuevas generaciones. Tras Megan Rapinoe y Alex Morgan, surgen figuras como Trinity Rodman, de tan sólo 19 años, que ya ha debutado con la selección y que aspira a heredar el atractivo comercial de sus predecesoras. La futbolista, hija del exjugador de la NBA Dennis Rodman, se ha convertido ya en la mejor pagada de la NWSL tras renovar en 2022 a razón de 1,1 millones de dólares (1 millones de euros) en cuatro años.  

Por último, también cabe mencionar los esfuerzos que se hacen desde los propios campeonatos para fomentar la práctica del fútbol femenino desde la base. De hecho, la estructura de canteras es uno de los ejes vertebradores sobre el que se sostiene el crecimiento de la disciplina y los clubes y campeonatos son conscientes de su relevancia. En España las licencias ya superan las 78.000 jugadoras tras aumentar un 33% en un sólo año. Entre ellos destaca el Madrid CFF, uno de los cuatro clubes independientes de la Liga F, y que cuenta con una de las mayores canteras de Europa con 570 jugadoras en los equipos de fútbol base, tras sumar un nuevo centenar de niñas a causa de su alianza con el CF Fuenlabrada. 

Sin embargo, hay muchos equipos independientes que llevan haciendo un arduo trabajo en el desarrollo del fútbol base femenino durante muchos años y cuya estructura de cantera está mejor diseñada que la de los clubes de primer nivel. Ahí se enmarcan casos como el Women’s Soccer School de Barcelona, un club-escuela de fútbol fundado en 2017 y dirigido exclusivamente a la formación del fútbol femenino que ya cuenta con más de 300 jugadoras; y el Olympia las Rozas, también centrado únicamente en el fútbol femenino y pionero en campañas de marketing para la promoción de la disciplina como la campaña de concienciación Estrellas por la Igualdad.

Publicidad

Publicidad