La NFL cerrará el próximo domingo una temporada histórica en lo negativo. Como ya ha sucedido con el resto de deportes, la gran liga de fútbol americano ha visto caer sus ingresos notablemente durante la pandemia de la Covid-19. Sin embargo, el ajuste en su facturación podría incluso haberse duplicado en los últimos meses a causa de jugar toda la temporada a puerta cerrada. Entre 3.000 millones y 4.000 millones de dólares (2.479 millones y 3.295 millones de euros), según Marc Ganis, cofundador de la consultora Sportscorp.
El ejecutivo apunta a que cada franquicia de la NFL, que cerrará el curso 2020-2021 este próximo domingo, dejará de ingresar más de 100 millones de dólares (82,4 millones de euros).
Al respecto de la caída del negocio, el copropietario de los New York Giants, John Mara, ha asegurado recientemente que, aunque la contracción de los ingresos ha sido “considerable”, “no es devastadora” para la sostenibilidad económica de las franquicias.
Por su parte, el director general del sindicato de jugadores de la NFL, DeMaurice Smith, ha destacado que “no nos va a sorprender que haya una caída de ingresos importante”, pero se ha mostrado satisfecho por garantizar un tope salarial no menor de 175 millones de dólares (144 millones de euros) por franquicia para este último curso, con el objetivo de que pronto se puedan volver a las cifras preCovid, con un mínimo de 198,2 millones de dólares (163 millones de euros).
En su objetivo de compensar la caída del negocio, la NFL ha logrado luz verde para completar un tercio del aforo en la final de la Super Bowl, de este próximo 7 de febrero. El Raymond James Stadium de Tamoa contará con 22.000 espectadores, con 14.500 entradas vendidas al público en general y 7.500 tickets que se donarán al personal sanitario ya vacunado de Estados Unidos.