La NBA cumple e incluso crece por encima de sus previsiones. La liga norteamericana de baloncesto ha alcanzado una facturación de 10.000 millones de dólares (9.950 millones de euros) en 2021-2022, según ha explicado su comisionado, Adam Silver. Es la primera vez en la historia que rebasa esta cifra y supone ponerse al nivel de la MLB, que podría alcanzar 11.000 millones en volumen de negocio este año. Eso sí, el béisbol ya ha actualizado sus contratos audiovisuales y la NBA lo hará en dos años, por lo que todo apunta a un sorpasso definitivo.
“Las cifras me sorprendieron hasta cierto punto porque superaron las proyecciones, que representan hacia donde creemos que va nuestro negocio”, admitió Silver. “Creo que es bastante notable haber llegado hasta aquí viendo de donde venimos en los últimos dos años y medio”, añadió, en referencia a la pandemia.
Lo cierto es que la NBA ya esperaba – en sus previsiones más optimistas – que se superara esta barrera de ingresos en 2021-2022. Así lo había confirmado el propio Silver en la presentación de la campaña del 75 aniversario. Precisamente este ha sido uno de los factores clave, pues se han sumado más acuerdos comerciales, renovado a sus principales socios por más importe y recuperado empuje en los ratings televisivos.
Los ingresos de la NBA antes de la pandemia fueron de 8.800 millones de dólares (8.757 millones de euros) en 2018-2019. Con la Covid-19 menguaron hasta 8.300 millones de dólares (8.259 millones de euros) en 2019-2020, aunque nunca se desveló en cuánto se situaron la campaña pasada. Se estima que el ticketing y matchday aportan en torno al 40% del total y, gracias al aumento de los patrocinios, se ha disminuido el peso de los derechos audiovisuales, que aportan 2.000 millones anuales hasta 2024.
De momento se desconocen los porcentajes actualizados por línea de negocio. Lo que sí ha desvelado la liga es que el denominado basketball related income (BRI) ha sido de 8.900 millones de dólares (8.856 millones de euros) en 2021-2022. Esta es la fórmula clave que rige la relación entre franquicias y jugadores con el convenio colectivo, pues de ahí sale el reparto de ingresos entre unos y otros y permite que se pueda incrementar el límite salarial.