Punto y final al experimento del equipo Ignite Team de la NBA. La liga norteamericana de baloncesto ha anunciado que disolverá el equipo de jóvenes talentos de la G-League la temporada que viene. El equipo se creó en 2020 y ofrecía a los jugadores que eligieran saltarse la universidad y la NCAA un contrato de hasta 125.000 dólares y competir de forma profesional.
El Ignite Team nació en 2020 y estaba gestionado directamente por la NBA a través de su liga de desarrollo, la G-League. Su presidente, Shareef Abdur-Rahim ha confirmado la disolución. El equipo seleccionaba jugadores menores de 19 años, la edad mínima para presentarse al Draft, y que no quisieran pasar por la NCAA, donde estaba prohibido que cobraran por ningún contrato, ni como jugadores, ni por patrocinadores.
Las normas de la NBA sí permiten que jugadores menores de 19 años se inscriban en el Draft si han pasado, al menos, una temporada en un equipo profesional. En el pasado lo hicieron Brandon Jennings o Emmanuel Mudiay hace ya más de una década. De Ignite han salido dos estrellas emergentes como Jalen Green y Scoot Henderson, y otros ocho jugadores más han sido elegidos en el Draft desde 2021. A ellos se sumará, presumiblemente, el español Izan Almansa este año, que en 2023-2024 se enroló en el equipo.
En el momento en el que se creó Ignite, la mayor parte de las jóvenes estrellas universitarias pasaban apenas un año en la NCAA y daban el salto a la NBA para firmar como profesionales, una dinámica que hacía perder el sentido académico y formativo que la NCAA aún defendía. Sin embargo, todo cambió en 2022, cuando la Corte Suprema estadounidense falló en contra de la NCAA y obligó a la competición a cambiar su modelo, acusándola de monopolio y de lucrarse a costa de los llamados estudiantes-atletas, a los que solo gratificaba a través de becas, e impedía generar ingresos pese a sustentar un negocio de más de 1.300 millones de dólares.
La NCAA aprobó el programa NIL, que permite a los deportistas cobrar por sus derechos de imagen y firmar patrocinadores propios. En paralelo, Overtime creó su propia liga para jóvenes talentos paralela a la universitaria y este año también ha creado su homóloga femenina. Este incremento de la competencia en la captación y la capacidad de que los jugadores accedan a mejores oportunidades comerciales y contratos profesionales dejó a Ignite y la G-League en un segundo plano, motivo por el que la NBA abandona el proyecto.
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