La Mediterranean International Cup (MIC) sobrevive a la pandemia. La empresa que gestiona el torneo de fútbol de canteras internacionales desde hace dos décadas, MICSports, ha decidido aplazarlo a 2022. La tercera ola le ha cogido de improvisto, como la primera, que explotó a tres semanas del arranque del MIC 2020. La cancelación de éste y otros muchos eventos que tenía planificados organizar la compañía le ha obligado a solicitar dos créditos ICO de 300.000 euros cada uno para mitigar la caída de la facturación en 2020, “de más del 90%”, según explica Juanjo Rovira, director de MICSports, a 2Playbook.
“Fue un año muy complicado, porque aparte de no poder hacer nada, teníamos un trabajo de once meses que se nos cayó veinte días antes -en referencia al MIC 2020-. Fue complejo organizar esa cancelación del torneo”, lamenta Rovira. Desde entonces, la empresa ha prorrogado el expediente de regulación temporal de empleo (Erte) ante la falta de actividad.
Pasados algunos meses, MICSports pudo llevar a cabo en verano un par de eventos: “Conseguimos hacer el Nike Camp en Andorra y algún Nike Camp más local”, apunta Rovira. Una pequeña alegría que no atajó las grandes decepciones provocadas por la pandemia, como su desembarco en Miami con una edición nueva de su torneo de jóvenes promesas, inaugurado en 2019 en alianza con la agencia ISL.
Con MIC USA la compañía busca “expandir la marca” en un país donde el fútbol está en auge, un mercado perfecto para replicar “la filosofía MIC de invitar a grandes clubes a competir con equipos más modestos”, apunta David Bellver, director financiero de MICSports. Sin embargo, la pandemia obligó a suspender el segundo torneo allí, en el que se postulaba como el año de “dar un paso adelante después del aterrizaje en 2019”.
“Estábamos en la cresta de la ola”, agrega Rovira respecto a las previsiones que tenían para 2020, “un año en el que esperábamos alcanzar nuestros máximos de facturación”. La organización del MIC, junto con la de otros eventos como LaLiga Genuine y la Danone Nation’s Cup, entre otras, aportaba 8,5 millones de euros al negocio de la compañía antes de la llegada de la Covid-19. Sólo el MIC supone cerca de 6 millones de euros de ingresos anuales -un 70% del total facturado por la empresa-, y “en torno a un 50% de nuestros beneficios”.
Como ejemplo, el escenario con el que afrontaban el MIC 2020: “En noviembre de 2019 ya teníamos cerradas todas las inscripciones, cerca de 500 clubes de 43 nacionalidades listos para participar”. Tras el estallido de la pandemia, esos ingresos se convirtieron en gastos, porque “tuvimos que devolver algo de dinero -de las inscripciones- a los clubes por la no celebración del torneo”.
Para 2021, MICSports confía en que pueda celebrar un torneo estival, denominado MIC Summer Cup, con el que “volver a rodar” y comenzar a facturar. “Confiamos en que en otoño podamos ya empezar a organizar y preparar a full la edición del MIC 2022”, apunta Rovira. “Ahora estamos intentando semicongelar la empresa de cara a aguantar el chaparrón”, reconoce Bellver.
La decisión de la celebración o no del torneo de verano se tomará a principios de marzo, atendiendo a la situación sociosanitaria que viva España entonces y “si existe la posibilidad de viajar, porque son muchos los equipos, nacionales e internacionales, los que nos han pedido valorar la organización del torneo”, explica el director.
“Esto es una cadena: el MIC genera un impacto económico de 11 millones en la comarca”
Por otro lado, el MIC es un torneo de Semana Santa cuya influencia va más allá del deporte. En sus últimas ediciones, el MIC generó un impacto económico de más de 11,5 millones de euros en las comarcas de Girona en las que discurre.
La inversión directa que realiza el MIC alcanza los 2 millones de euros en hoteles de la comarca y otros 300.000 euros en autobuses, entre otros muchos conceptos. Para sufragar parte de estos gastos, el MIC cuenta con tres grandes patrocinadores: Diputación de Girona, CaixaBank y LaLiga. “Estamos muy contentos porque todos nuestros socios y colaboradores han mostrado su interés en continuar cuando podamos volver a organizar el torneo”, apunta Bellver. Entre ellos, destaca la Diputación, que ha aportado la misma subvención anual (75.000 euros) en 2020, a pesar de no disputarse el certamen.
Durante el evento, las gradas acogen a más de 250.000 espectadores dispuestos a ver algunos de los casi 900 partidos que disputan más de 6.500 futbolistas. Esto significa miles de reservas de hotel, de comidas y cenas, y de un turismo deportivo que desembarca en la Costa Brava.
Ante ese escenario, Rovira hace un llamamiento a las administraciones públicas: “Nosotros esperamos que, de todo lo que se está hablando sobre ayudas públicas, tengamos la posibilidad de que nos llegue algo. Esto es una cadena: si somos capaces de organizar el torneo, nosotros ayudamos a los hoteles, a los restaurantes, a las empresas de autobús…”, enumera Rovira.
“Ahora mismo no tenemos ninguna actividad y debemos seguir pagando las cuotas a la Seguridad Social y todos los gastos fijos de la empresa. Creemos que alguien tendría que revisar esto y dar ayudas directas a empresas como la nuestra”, confía el director de un torneo que nació en 2001 con 128 equipos, una tercera parte de los que acogerá en 2022 si la Covid-19 lo permite.