Los aficionados al fútbol cantarán goles en los estadios de Inglaterra este fin de semana. La English Football League (EFL), organizador de las tres divisiones inferiores a la Premier (Championship, League One y League Two), permitirá la entrada de público en esta próxima jornada. Se trata de una prueba piloto en la que podrán tomar parte hasta 1.000 aficionados en cada estadio.

Mientras que la Premier esperará aún un tiempo antes de comenzar a introducir público en sus campos de fútbol, en la EFL han querido ir un paso por delante. En palabras de un portavoz del organismo deportivo, “el distanciamiento social se puede aplicar de forma segura en los estadios de fútbol”. Además, la EFL reconoce que “tener público en los partidos es una parte absolutamente esencial para ayudar a proteger las finanzas del club, que siguen bajo una presión extrema”, según informa la BBC.

Los gestores de las divisiones de plata y bronce del fútbol inglés aseguran que continuarán en conversaciones con las autoridades públicas y sanitarias de su país con el objetivo de que el “el conocimiento obtenido en estos eventos ayuden a ofrecer información al Gobierno en su intención de permitir la vuelta del público a los estadios a partir del 1 de octubre”.

El ministro de Deportes, Nihel Huddleston, aseguró recientemente que “habrá que esperar un tiempo hasta que los recintos puedan estar al 100% de su capacidad, pero es un gran paso en la buena dirección para la reanudación del deporte en directo en el país”. En el fútbol de las islas británicas ya se han dado avances al respecto, como fue la entrada de 2.500 seguidores en el partido de pretemporada entre el Brighton y el Chelsea FC en el Amex Stadium. Otros 1.000 fans pudieron acudir el pasado fin de semana el partido entre el West Ham y el Arsenal FC de la Women’s Super League, equivalente a la Primera División femenina del fútbol inglés.

Sin embargo, han sido excepciones, ya que los clubes de la Premier League han comunicado al Gobierno que no abrirán los estadios al público si se limita el acceso a sólo 1.000 aficionados. “Es una cifra que no permite poner a prueba las medidas de seguridad que hemos tomado, por lo que abriremos los estadios al público cuando se permita más aficionados”, ha explicado la competición al Ejecutivo británico.