“Sin una reducción salarial drástica de los jugadores, el modelo actual no se sostiene”. Así de rotundo se mostró hace pocas semanas Jean-Marc Mickeler, presidente de la Dirección Nacional de Control de Gestión (Dcng), y competencia de la LFP francesa, a L’Équipe. Pasadas las Navidades, este martes han comenzado las negociaciones con los futbolistas, a los que les solicitan una rebaja de sus sueldos del 30%. El objetivo es “equilibrar las cuentas de los equipos”, que, en conjunto, se prevé que pierdan 800 millones de euros a cierre de 2020-2021.
En este escenario, Mickeler, que compagina su puesto en la Dcng con el de director ejecutivo del área global de auditoría y seguros de la multinacional Deloitte, recuerda que los clubes del fútbol profesional francés pagaron 780 millones de euros en sueldos en la 2018-2019.
Ahora, tras la salida de Mediapro, que ha pagado 100 millones de euros a la Ligue-1 para rescindir el contrato que les unía, la patronal gala tiene el objetivo, en plena pandemia, de volver a llenar un agujero de 600 millones de euros derivados de los derechos audiovisuales, según Mickeler. Además, los ingresos por ticketing y matchday “se han reducido a cero”, explica Jean Pierre-Caillot, presidente del Stade de Reims (Ligue-1), a Le Monde.
Esta primera reunión con el sindicato de futbolistas es la primera que se realiza en una gran liga, donde se ha optado mayormente por los acuerdos internos en los clubes, como ha sucedido en el FC Barcelona, el Real Madrid y muchos otros.
En Francia, la situación se antoja más compleja todavía, según la Dcng, regulador de las finanzas de los clubes, algunos de ellos cerca de la bancarrota. Para el Reims, el negocio generado con la televisión supone casi el 60% de su presupuesto, mientras que el gasto salarial ocupa el 54% de sus gastos.
“Afortunadamente, los sindicatos viven en el mismo mundo que nosotros y entenderán que bajar los salarios es la única opción que nos queda”, ha asegurado el presidente del Reims. Por su parte, el Girondins de Burdeos trabaja en un plan de ahorro que contempla el cese de una veintena de empleados. La previsión del club del sur de Francia es perder 67 millones de euros en 2020-2021, pero la cifra podría ascender a 80 millones de euros si la pandemia no da una tregua e impide la vuelta del público a los estadios.