La Ligue de Football Professionnel (LFP) tiene un futuro complicado en términos audiovisuales. La gestora de la Ligue-1 y la Ligue-2 ya sabe que su único salvavidas en el corto plazo puede ser Canal+, pero la plataforma de televisión de pago ya ha dejado claro que sólo tiene interés en los dos mejores partidos de Primera División del fin de semana. Es decir, que quedarían ocho partidos por jornada en el aire, así como toda la Segunda División, que la competición media emitir por medios propios a un precio de en torno a 10 euros al mes.
En concreto, la asociación de clubes estudia lanzar un canal corporativo que pueda ser adquirido directamente por los consumidores, según L’Equipe. De este modo, se retomaría en realidad el plan que en su momento diseñó Mediapro para el fútbol francés con Telefoot, por el que los usuarios podrían suscribirse a la OTT o comprar el canal dentro de las operadoras que lo incluyeron en su oferta audiovisual.
Hoy es una de las pocas alternativas que le quedan a la LFP, a no ser que beIN Sports decida dar un paso más decidido tras conformarse en el último tender con un lote menor. Ahí es donde ganó Mediapro en 2018, antes de que estallara la pandemia, en un concurso que revalorizaba en un 60% los derechos del fútbol francés, hasta 1.200 millones de euros por temporada.
Sin embargo, el grupo audiovisual solicitó rebajar un 25% la factura de 2020-2021 ante la imposibilidad de cumplir con el plan de negocio por el cierre de la hostelería y el impacto de la crisis sanitaria en los hábitos de consumo. Los clubes se negaron y finalmente se resolvió el contrato previo pago de una indemnización de 100 millones de euros.
La LFP confiaba en que encontraría un acuerdo mejor con sus competidores en pleno ecuador del curso, pero la realidad ha sido muy distinta. Canal+ ofertó en febrero a la baja para rescatar los ocho partidos por jornada que tenía Mediapro para lo que restaba de 2020-2021 por un pago adicional de 35 millones de euros. Es decir, provocando que el valor de las retransmisiones de la Ligue-1 y la Ligue-2 se queden en 759 millones, incluidos 75 millones del área internacional, con una caída del 42% respecto a los 1.300 millones que se esperaban.