Roger Federer busca nueva sede para su Ryder Cup del tenis. Los organizadores de la Laver Cup han puesto en marcha el concurso para adjudicar la sede del torneo de cara a las ediciones de 2023 a 2026. El proceso de adjudicación está siendo tutelado por The Sports Consultancy.

Lanzada en 2017, la Laver Cup está inspirada en el torneo de golf que enfrenta a Europa con Estados Unidos, aunque en su caso son las seis mejores raquetas del Viejo Continente contra las seis más importantes del resto del mundo. El evento dura tres días, con partidos individuales y dobles.

Hasta la fecha, el evento ha agotado las entradas en los recintos de Praga, Chicago y, más recientemente, Ginebra. Este año, el TD Garden de Boston será el anfitrión de la competición y el O2 de Londres acogerá la edición de 2022.

En esta ocasión, el proceso de selección se ha encargado a la agencia londinense, que está especializada en la captación de ciudades anfitrionas para distintas propiedades deportivas y de entretenimiento importantes, como The Fa, World Athletics o The Ocean Race.

“El evento brinda a las ciudades auténticas oportunidades de participación durante todo el año y actividades de base para garantizar que un legado permanezca en su lugar mucho después de que la Laver Cup haya dejado la ciudad”, aseguran sus promotores, que cifran el impacto económico del torneo en 147 millones de dólares entre las tres ciudades.

“El evento ha servido como catalizador para una amplia gama de objetivos económicos, sociales y comerciales para cada una de nuestras icónicas ciudades anfitrionas hasta la fecha”, defiende Steve Zacks, director de la Laver Cup. “Rápidamente se ha convertido en una propiedad de alta demanda que ha demostrado ofrecer un impacto económico significativo a los anfitriones”, añade Angus Buchanan, director general y cofundador de The Sports Consultancy.