Que Roger Federer ha roto esquemas en el mundo del tenis es algo mundialmente conocido, pero pocos saben que su vida vinculada a la raqueta va más allá de su buen hacer sobre la pista. El suizo creó en 2017 el que ya es uno de sus mayores legados: la Laver Cup, un torneo anual creado en honor a la leyenda Rod Laver que antes de la pandemia facturó 25,2 millones de libras (29 millones de euros). Todo ello, con una cita que apenas dura 3 días y que este año, además, será escenario del último baile de Federer, que acaba de anunciar su retirada. Incluso la ATP le ha dado oficialidad para encajar el negocio de uno de sus principales referentes dentro del calendario profesional.
El jugador consiguió, antes que ningún otro organizador de torneos, dar un giro a los eventos de tenis, generar más espectáculo y reunir en un mismo evento a las 6 mejores raquetas de Europa y las 6 mejores del resto del mundo. Un concepto que emulaba al de la Ryder Cup de golf, pero que logró teñir de negro una pista de tenis, dotarla de luces y música y conseguir que un evento deportivo fuera atractivo por algo más que por el deporte en sí. Y sin necesidad de la épica de partidos de cuatro horas que pueden romper la programación de cualquier televisión.
Los datos hablan por sí solos: si tradicionalmente el negocio audiovisual de una competición es la principal fuente de ingresos, seguida del patrocinio y por último el ticketing, el torneo de Roger Federer ha invertido el orden de relevancia del negocio. En la Laver Cup la venta de entradas es el mayor generador de negocio, con diferencia. Tomando como referencia 2019, el último año en que la cita pudo celebrarse con total normalidad antes del estallido de la pandemia, la taquilla generó 15,2 millones de libras (17,5 millones de euros), el 60% de los ingresos totales.
La Laver Cup mueve más negocio por ticketing que con la dupla patrocinio y televisión
La organización vende abonos, entradas de día y tickets para ver los entrenamientos. Poder seguir un entreno de Roger Federer de cerca cuesta 35 dólares (40,3 euros), mientras que hacerlo desde una grada a cierta altura vale 22,5 libras (25,9 euros). El abono de varios días oscila entre 175 libras y 2.420 libras (entre 200 euros y 2.789 euros) y ya no quedan pases, mientras que la entrada de una única sesión oscila entre 18 libras (21,8 euros) si el partido es en viernes y 510 dólares (507 euros) la más cara en la sesión de domingo, el día definitivo.
Pero el negocio del ticketing no acaba ahí, pues también se comercializan paquetes para viajeros VIP por entre 6.950 dólares y 16.450 dólares (6.913 euros y 16.363 euros), que incluye poder acudir a todos los partidos, noches en hoteles 5 estrellas y un tour por la ciudad además de fiesta de bienvenida. También se venden experiencias VIP con legendas del tenis, una opción para la que ya no quedan entradas, y también palcos premium o suites a 4.000 dólares (3.979 euros el asiento.
En la próxima edición, que se disputará del 23 al 25 de septiembre en el O2 de Londres, supondrá el regreso de Roger Federer a las pistas 15 meses después de su último partido. En el equipo europeo competirá junto a sus dos grandes rivales en los últimos veinte años: Rafa Nadal y Novak Djokovic, pero también Andy Murray y dos estrellas de presente y futuro, Casper Ruud y Stefanos Tsitsipas.
Como no podía ser de otra manera al reunir a las mejores raquetas del circuito, con el plus que supone contar con Roger Federer como gran promotor, el torneo también ha sabido sacar partido al negocio del patrocinio. Siete de los espónsors del jugador también apoyan la Laver Cup: Rolex, Mercedes-Benz, Moët & Chandon, Uniqlo, Credit Suisse, Suiza a través de su marca turística, y ON, que es la firma deportiva de la que Federer es accionista por el jugador. También están UPS, Head, Cleveland Clinic y el agua Ty Nant.
Siete espónsors de Roger Federer patrocinan, también, el torneo que impulsó en 2017
La organización no ha dado pistas sobre el negocio comercial del evento, pero en 2019 el patrocinio movió 7 millones de libras (8 millones de euros), una cifra que se espera que vaya al alza porque el campeonato ha reforzado su cartera de espónsors en el último año. Para entender su relevancia mediática: con más de 125.000 seguidores en Twitter y otros 386.000 en Instagram, supera a torneos de la relevancia del Mutua Madrid Open, entre otros.
¿Qué hay de la televisión? En España la cita podrá seguirse por Eurosport, después de que Discovery alcanzase un acuerdo para retransmitir el torneo en el canal temático deportivo y en exclusiva hasta 2030. Hasta ese acuerdo, la televisión generaba algo más de 2 millones de libras (2,3 millones de euros), una cifra que también se espera que se incremente de cara a esta edición. Y el motivo no es otro que el potencial del torneo, especialmente tras su aterrizaje en Londres en 2022.
“El atractivo comercial del evento, desde su inicio, ha sido de un nivel alto. Esto es un buen augurio para el crecimiento continuo del evento y permitirá a la dirección centrarse en el crecimiento de las áreas de patrocinio y derechos de los medios de comunicación del negocio”, explica Steve Zacks, consejero delegado de la Laver Cup, en las últimas cuentas anuales disponibles a las que ha accedido 2Playbook.
Tras la compañía que organiza la cita está Team8, cofundada por Federer y su agente y socio, Tony Godsick, que empezó como agencia de representación de jugadores y hoy ya es una firma de deportes y entretenimiento con la Laver Cup como principal activo. Es un ejemplo más de cómo el legado de Roger Federer trasciende a su inmaculado palmarés.