El próximo lunes, 8 de marzo, se cumplirá un año exacto de la última vez que LaLiga acogió público en sus estadios. En aquel Real Betis-Real Madrid que puso el candado a las aficiones se citaron más de 50.000 espectadores. Ahora, los clubes de LaLiga aspiran a poder volver a recibir a sus aficionados, aunque sea sólo en las últimas siete jornadas de competición y con un máximo del 25% del aforo, según ha podido saber 2Playbook.
Este es el planteamiento que se quiere poner sobre la mesa de negociación al Consejo Superior de Deportes (CSD), según se explicó la semana pasada a los clubes en una reunión. Y lo hace en un momento en el que España está reduciendo, finalmente, la curva de contagios a buen ritmo, las comunidades autónomas están flexibilizando las medidas de control y, en el plano deportivo, ya hay una competición, la Copa del Rey de balonmano, que se disputará con público. Hasta 1.500 espectadores verán in situ el torneo el próximo fin de semana.
En el fútbol profesional, el aforo se situaría entre un 20% y un 25%, aunque habría que concretar club por club este porcentaje, ya que no todos los equipos de LaLiga están capacitados para llenar un cuarto de su estadio cumpliendo con todas las medidas de control y distanciamiento que se requerirán para la vuelta del público. Así se desprende de las consultas realizadas a una decena de equipos, entre los que no hay un consenso claro sobre si lograrán ese objetivo de siete jornadas con público.
La propuesta, que ha despertado optimismo en los dirigentes, se debe negociar con el CSD, que es quien tiene la potestad para dar permiso o no a LaLiga en función de las recomendaciones del Ministerio de Sanidad. Al ser una competición profesional -igual que la ACB-, es el Gobierno central quien adopta las medidas oportunas en este asunto. En otros casos, como puede ser la Asobal de balonmano, los clubes dependen de las comunidades autónomas, y por ello Madrid ha podido apostar por meter afición en el WiZink.
Las fuentes consultadas por este medio señalan que la reapertura en estas últimas jornadas apenas servirá para solucionar el agujero de ingresos en el área de ticketing, pero sí suavizará el golpe con la entrada de algo de facturación adicional. Aún más importante pensando a medio plazo, permitirá testar la logística y el control de cómo debe ser el acceso del público. “Debemos probar ya cómo va a ser ese regreso, para intentar que en 2021-2022 haya cierta normalidad y se recuperen los ingresos”, sostienen desde uno de los clubes.
Las ventas adicionales que se puedan obtener por este concepto de aquí al 30 de junio también permitirá suavizar los planes de ajustes de salario o diferimientos de los mismos, después de que el equipo de control económico de LaLiga obligara a los clubes a diseñar un nuevo presupuesto con ingresos cero por taquilla y abonos, tal y como adelantó 2Playbook.
Esta medida, adoptada en previsión de que la reapertura a la que se aspira no será fácil de conseguir, complicó más todavía el trabajo de muchos de los equipos para equilibrar las cuentas. Al desfase que ya se había anunciado de 423,1 millones de euros en noviembre, se le sumaron, pocas semanas después, un ajuste extra de unos 284 millones de euros que ya había advertido el presidente de la patronal, Javier Tebas. En total, 707,1 millones de euros menos que deberán facturar por otras vías antes del 30 de junio.
El caso más claro es el del FC Barcelona, que entre octubre y diciembre ya recortó un 42% su previsión de ingresos por matchday, hasta 56 millones de euros. De este importe sólo tiene garantizados unos 20 millones de las cuotas de socios, por lo que la nueva directriz suponía un agujero de 36 millones. Inicialmente, en los despachos del Camp Nou es donde más optimismo reinaba, con la idea de que a finales de diciembre ya pudiera ocuparse un 25% de los asientos y en febrero se llegara al 100%. Aun así, cualquier anuncio de reapertura supondría algo de oxígeno.
Tampoco están en una situación sencilla Atlético de Madrid, Real Betis, Valencia CF y Athletic CF, que en sus presupuestos originales esperaban obtener entre 11 millones y 17 millones de euros por venta de entradas en taquilla y abonados, según consta en los presupuestos para 2020-2021 que adjuntaban con la memoria anual de 2019-2020. Todos ellos, además, ya preveían tener que desprenderse de futbolistas antes del 30 de junio para cuadrar los números.
Ajustes en la masa salarial para compensar las gradas vacías
Precisamente, dos de los clubes previamente mencionados, Real Betis y Athletic Club, han alcanzado o ultiman acuerdos con sus primeras plantillas para llevar a cabo nuevos ajustes salariales. En el caso del conjunto verdiblanco, los futbolistas habrían aceptado una reasignación de sus nóminas, según avanzó ABC de Sevilla, para ayudar al club a poder hacer frente a los 10,9 millones de euros presupuestados y que, finalmente, no ingresará por ticketing y matchday en 2020-2021.
Por su parte, el Athletic, con 10,7 millones de facturación prevista por el estadio, alcanzó un acuerdo con sus futbolistas del primer equipo masculino para adelgazar la masa salarial un 8,4% esta temporada.
Un porcentaje que podría alcanzar el 10,3% en función de determinadas circunstancias, explicó el club. El ahorro podría alcanzar los 8,5 millones de euros -de aplicarse el ajuste más severo-, mitigando así buena parte de la caída de la facturación por matchday.
El Open de Australia y los pasaportes sanitarios
En las antípodas de España ya se han abierto los estadios. Se vio público en el Open de Australia de tenis, donde las mayores restricciones y controles los sufrieron los tenistas y aficionados foráneos, y también este último fin de semana en la vuelta del deporte rey de Nueva Zelanda, el rugby.
Con aforo completo se disputó el Highlanders-Crusaders del Super Rugby Aotearoa, gracias a la práctica nulidad de contagios en muchas de sus regiones. Por su parte, el Grand Slam oceánico del tenis permitió la entrada a 30.000 aficionados por jornada. De hecho, durante el torneo se detectó un brote de Covid y se cerró el recinto y la región durante cinco días. Pasada la cuarentena, volvió el público, que pudo disfrutar de la final del torneo sin apenas restricciones.
En la Super Bowl también se vio público: más concretamente, 22.000 personas. Un tercio, sanitarios, invitados como gratitud por su labor durante la pandemia, y garantía ante un posible brote, ya que la mayor parte de ellos estaban ya vacunados.
IBM ya ha comenzado a desarrollar un certificado sanitario digital con el que la ciudadanía podría obtener el acceso a recintos públicos
Ahí reside el gran quid para los próximos meses. Inmunidad de rebaño y pasaporte sanitario cobran cada día mayor fuerza en los medios de comunicación generalistas, lo que, lógicamente, incluye al deporte. El propio The New York Times habla de ello en un reportaje en el que se recoge la intención de varios agentes de poder de la sociedad, principalmente, gobiernos y grandes aerolíneas, que están analizando la posibilidad de introducir este certificado en el libro de vacunación con la intención de hacerlo digital para su presentación rápida y sencilla.
Las tecnológicas ya se frotan las manos con el posible encargo masivo. IBM ya ha comenzado a desarrollar su propio digital health pass (certificado sanitario digital), con el que la ciudadanía podría obtener el acceso a lugares públicos, de la misma forma que se presenta un DNI para demostrar tu mayoría de edad.
En este plan de vuelta del público a los estadios, el proceso de ubicación de los aficionados dentro del recinto para garantizar la distancia social será complejo en algunos casos. Muchos socios deberán ser reubicados de sus asientos. Para facilitar ese proceso, empresas como la barcelonesa 3D Digital Venue han creado sistemas digitales para facilitar a los clubes la reasignación de los abonados en función de su categoría de socio, la capacidad del estadio y la necesaria distancia social.
Por el momento, los avances son ideas más que realidades, pero el sector ya vislumbra que este tipo de documento llegará más pronto que tarde a la industria del deporte. En Girona, la ciudad se está preparando para poner en marcha el AOKpass, una plataforma y aplicación móvil que, gracias a la tecnología blockchain, aspira a convertirse en una prueba piloto para la vuelta del público a los estadios y demás recintos deportivos, y de otra índole, próximamente. En este proyecto están inmersos, entre otros, el Girona FC. En alianza con LaLiga, el club catalán presentará el proyecto Abrir Girona ante el Consejo Superior de Deportes (CSD). Una propuesta más que busca atraer el público a las gradas. No tanto por el dinero, sino por el fútbol.