La batalla judicial entre Kosmos y la ITF no ha hecho nada más que empezar. La promotora de Gerard Piqué ha decidido llevar ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) la terminación injustificada del contrato por la Copa Davis y por los daños y perjuicios provocados a la compañía.
Este anuncio llega justo en un momento de que la ITF está preparando una denuncia contra Kosmos Tennis por daños y perjuicios, como ha adelantado 2Playbook. Si bien la Federación Internacional de Tenis ha rehusado hacer comentarios al respecto por motivos de confidencialidad, sí ha declarado que se ha asegurado los fondos contingentes para garantizar que la Copa Davis en 2023 se organiza según lo previsto.
Las contingencias financieras a las que hacía referencia la ITF es al desbloqueo de un pago de 25,4 millones de dólares abonado por la empresa de Gerard Piqué, y del que la ITF sólo podía disponer en caso de incumplimiento de contrato o rescisión, según consta en la memoria anual del organismo. La ejecución de ese aval, ahora, podría venir acompañado de una reclamación por los problemas que pueda suponer la ruptura de cara a la organización de las finales de la Davis en 2023.
De hecho, varias fuentes del sector apuntan a que el importe de la denuncia podría elevarse hasta 60 millones de euros, pues en el contrato entre Kosmos y la ITF estaba estipulado que la empresa de Gerard Piqué debí apagar 36 millones de euros de canon por organizar la edición de este año. Ese importe, sumado a los 25,4 millones que la ITF puede desbloquear, elevan el importe total.
Kosmos intentó, sin éxito, renegociar el fee anual con la ITF
La gestora de competiciones no ha encontrado la rentabilidad al proyecto con el fee anual de en torno a 40 millones que se pactó en su día; de hecho, las fuentes consultadas indican que el proyecto ha acumulado unas pérdidas de unos 60 millones de euros desde su puesta en marcha. Por ese motivo se procedió a modificar el formato de competición tras la primera edición de 2019, que se organizó de manera íntegra en Madrid.
Tras la cancelación de 2020 por la pandemia, se acordó pasar a un formato de multisede para atraer más espectadores a las gradas y tratar de firmar acuerdos de patrocinio regionales. Kosmos, a su vez, tenía la posibilidad de cobrar canons a las regiones que apostaban por albergar los partidos, un importe que en 2022 se dobló con respecto a lo percibido en 2019, año debut. Sin embargo, sumando el apoyo de las administraciones andaluzas, valencianas, Bolonia, Hamburgo y Glasgow, apenas se alcanzaban los 20 millones de euros, la mitad del fee anual pactado con la ITF.
Desde Kosmos afirman estar al día con la ITF al abonar la cuota anual de 2022, y ha dejado claro que que pagará los 10 millones de euros que debe a los tenistas por la última edición del torneo en cuanto las federaciones envíen la documentación solicitada. A ello se suman otros 5 millones a repartir entre las federaciones participantes.