Podrá seguir habiendo fútbol profesional los viernes y lunes. La Justicia ha rechazado la suspensión cautelar que pidió la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) para evitar que se disputen encuentros dichos días al considerar que son días que están fuera de la jornada oficial de competición. El pasado 16 de octubre, el Consejo Superior de Deportes (CSD) emitió una resolución favorable a la disputa de partidos de LaLiga los viernes y lunes, lo que provocó que la Rfef pidiera la suspensión cautelar.

La resolución del Juzgado Central número 8 de lo Contencioso Administrativo ha rechazado dichas cautelares, por lo que la organización de partidos de Primera y Segunda División durante estos dos días seguirá vigente hasta que se resuelva el fondo del asunto.

La Rfef, por su parte, ha emitido un comunicado en el que afirma confiar en la Justicia y asegura que “cuando se dicte la resolución sobre el fondo estamos seguros de que quedará acreditada la plena ilegalidad de la resolución adoptada por la presidencia del CSD”. Es algo que en el ámbito de lo mercantil ya ha ocurrido, según defiende la Rfef. “Se nos dio la razón en el fondo y no en las cautelares”, afirma el organismo presidido por Luis Rubiales.

En el auto notificado por el juez se autoriza a la celebración de partidos los viernes y, hasta un máximo de veinte jornadas por temporada, los lunes. Dicha jornada podrá disputarse siempre y cuando se reserve la franja horaria matinal (hasta las 14:00 horas) de los sábados y los domingos para que no se disputen partidos de LaLiga y puedan programarse entonces los encuentros de la Primera Femenina y del resto de categorías del fútbol federado no profesional.

De este modo, se busca evitar solapamientos con el fútbol masculino profesional y favorecer que el femenino tenga mayor visibilidad. En sus fundamentos, el CSD resolvió que podrían organizarse partidos los viernes y los lunes aduciendo a que “el correcto ejercicio de dicha función de coordinación no debe dar lugar a bloqueos que pongan en peligro el desarrollo pacífico de la competición profesional de fútbol; competición ésta de una repercusión e impacto social, económico y mediático innegable, más si cabe en un período temporal en el que se sufre las consecuencias de la pandemia de la Covid-19”.