La ACB volverá a tener público en las gradas en las dos últimas jornadas de competición. El ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, ha detallado las condiciones para que los aficionados puedan volver a los pabellones: un 25% de aforo, con límite a 1.500 personas locales, y sólo para los clubes ubicados en comunidades autónomas que esté en nivel 1.
Es un 5% menos de lo que se permite en LaLiga, donde el límite se sitúa en un 30% o hasta 5.000 personas. Además, se deberá garantizar en todo momento una distancia de 1,5 metros entre los espectadores, que no podrán comer, ni beber ni fumar. Sí se podrá beber agua, y los fans deberán usar una mascarilla FFP2 sin válvula, una exigencia que se le requerirá en la puerta, donde se tomará temperatura a todas las personas, sin distinción.
La penúltima jornada de la ACB empezará mañana, 18 de mayo, con el encuentro entre el Acunsa GBC y Unicaja Málaga, que no podrá contar con aficionados en las gradas debido a que la incidencia en País Vasco es muy elevada. Para entrar en fase 1 es necesario que la incidencia esté por debajo de 50 puntos, como ocurre en la Comunidad Valenciana, Región de Murcia y Galicia. Siendo así, los únicos tres clubes españoles que ya podrían acoger aficionados en su pabellón serían el Valencia Basket y el Monbus Obradoiro. Se desconoce la situación del MoraBanc Andorra, cuyo Gobierno nacional sí permite la entrada de público a los pabellones deportivos desde hace meses.
En el pabellón del Valencia Basket, la Fuente de San Luis, se disputarán buena parte de los partidos del Eurobasket femenino. En ese recinto sí se han jugado partidos con público en la última temporada, correspondientes al equipo de Liga Femenina Endesa, que alcanzó la final del torneo. Jorge Garbajosa, presidente de la FEB, aseguró que espera que la cita pueda celebrarse con al menos 3.000 espectadores.