La Fórmula E aumenta un 7,5% sus ingresos, pero dispara sus números rojos hasta 65 millones en 2022

El Mundial de monoplazas eléctricos impulsado por Alejandro Agag alcanzó una facturación récord de 181,4 millones, pero volvió alejarse de la rentabilidad y ya acumula pérdidas de 234,5 millones desde su lanzamiento en 2014.

Fórmula E 2023

La Fórmula E aún circula muy lejos de la rentabilidad cuando se acerca a los diez años de vida. Si bien el Mundial de monoplazas eléctricos viene de alcanzar un récord de ingresos tras crecer un 7,5% en 2022, hasta 181,45 millones de euros, el campeonato sigue gastando mucho más de lo que ingresa. No en vano, de los nueve ejercicios de los que hay constancia todavía no ha cerrado uno sólo en positivo y las pérdidas acumuladas ya superan los 234,5 millones de euros, según las cuentas anuales de Formula E Operations Limited, sociedad con sede en Reino Unido que canaliza las operaciones del campeonato y a las que ha tenido acceso 2Playbook

En cuanto a la partida de ingresos, la gestora de motorsport no ha dejado de crecer desde su puesta en marcha, con la única excepción del año de la pandemia. Eso sí, recuperó en un sólo año todo el negocio que se dejó en 2020, cuando redujo su facturación un 11%. Con ello, el proyecto impulsado por el español Alejandro Agag y hoy propiedad de Discovery y Liberty Global ha pasado de facturar poco más de 20 millones en sus primeras temporadas, a acercarse a la barrera de los 200 millones de euros en el pasado ejercicio. 

La Fórmula E ha pasado de facturar 20 millones en sus primeras temporadas, a acercarse a los 200 millones de euros en el pasado ejercicio

La línea de negocio que más contribuye al Mundial es la relativa a la promoción de carreras e ingresos por licencias con unos 100 millones de euros, pese a que se estancó en 2022. Por otro lado, la facturación relacionada con las carreras y prestación de servicios aportó 79,3 millones tras crecer un 25% interanual; esta cifra, además, supone un 40% más que antes de la Covid-19. En cambio, la partida de otros ingresos todavía no ha recuperado el peso que supuso hasta 2019 y ha menguado considerablemente en los últimos tres ejercicios, pasando de casi 6 millones en 2019 a sólo 2,3 millones en 2022. La caída del pasado ejercicio fue del 49% por esta vía. 

 

Negocio comercial apoyado en Arabia Saudí 

En cuanto a patrocinios, el campeonato ha mantenido el apoyo de las marcas que históricamente le han acompañado, donde destaca el grupo industrial suizo ABB, title sponsor de la competición desde 2018. El contrato con la compañía helvética estaría valorado en 12,5 millones de euros anuales y finalizará en 2025, según Sky News

A ello hay que sumarle la presencia de socios comerciales procedentes de Arabia Saudí como Sabic o Saudia. En el primer caso, la empresa química se unió el pasado verano como patrocinador oficial mediante un acuerdo a largo plazo que también incluye el naming del Gran Premio de Londres. Saudia, por su parte, llegó a la categoría en 2018 como aerolínea oficial. En su cartera de socios comerciales también están presentes Allianz, Bosch, Antofagasta Minerals, Hugo Boss, Copper.co, Southwire, Tata Communications, DHL, Heineken, Hankook, Julius Baer, Moët & Chandon y Tag Heuer.

 

Roto de más de 230 millones

Respecto a los gastos, la Fórmula E, que tiene la exclusividad de la FIA para la organización del Mundial de monoplazas eléctricos hasta 2038, aumentó sus costes hasta 197,2 millones de euros, lo que supone un incremento del 39% interanual, impulsado por la organización de dos nuevos Grandes Premios y los costes logísticos que ello conlleva. Los gastos administrativos se incrementaron un 16,3% pasando de 44,3 millones de euros a 51,6 millones de euros. 

La promotora deportiva también incrementó su inversión en plantilla un 5%, hasta 16,5 millones de euros. En 2022, la Fórmula E contaba con 132 empleados, por los 115 que trabajaron en el campeonato en 2021. En esta partida no se incluyen los emolumentos para los directores ejecutivos de la compañía que se redujeron ligeramente desde 2,1 millones en 2021 a 1,8 millones en 2022. 

Pese a alejarse de la rentabilidad, después de un 2020 en el que se acercaron al break even, desde la compañía aseguran que se “espera que los resultados financieros a largo plazo de la serie mejoren”. Sin embargo, la estrategia de la Fórmula E pasa por seguir invirtiendo en hacer más grande la competición. El propio Alejandro Agag explicó en 2017 en una entrevista en Reuters que “depende de nosotros cuándo queramos llegar al punto de equilibrio o no. Podríamos estar en equilibrio incluso ahora, podríamos estar en equilibrio la próxima temporada, pero podemos decidir invertir más en marketing y promoción”. Las pérdidas acumuladas de la gestora de carreras ya superan los 234,5 millones de euros. 

 

Cambio directivo y nuevos fabricantes

Para cambiar el rumbo del Mundial de monoplazas eléctricos, la Fórmula E anunció hace tres meses un cambio en su liderazgo mediante el nombramiento de un nuevo consejero delegado. Se trata de Jeff Dodds, directivo británico licenciado en administración y dirección de empresas, que reemplazó el pasado 5 de junio a Jamie Reigle. Dodds, cuenta con una amplia experiencia en el sector audiovisual tras ejercer como director de marketing y director general durante dos etapas en Virgin Media y director general de Tele 2 entre 2014 y 2016, ejerce desde 2021 como director no ejecutivo del Departamento de Subasta, Vivienda y Comunidades del gobierno británico. Además, también ha ocupado cargos ejecutivos en Callaway y Honda. 

La parrilla también sufrió grandes cambios en cuanto a los constructores a principio de temporada. Tras las bajas de Mercedes, BMW y Audi, la categoría sumó a Maserati, McLaren y Cupra, único representante español de la categoría junto al expiloto de F1, Roberto Merhi. Estos cambios se enmarcan en el inicio de la era de los nuevos monoplazas Gen3, la tercera generación de coches eléctricos de la Fórmula E. Por su parte, Porsche ha confirmado recientemente su continuidad en la categoría hasta 2026, lo que supone ampliar dos años más su acuerdo con la Fórmula E. 

De cara a 2024, cuando el campeonato alcance la década, el Mundial contará con una nueva normativa respecto al techo de gasto permitido por equipo que no ha estado exenta de críticas. Las escuderías contarán con 15 millones de euros de presupuesto, 2 millones más que en la actualidad, pero la principal diferencia es que esta cifra deberá incluir el salario de los pilotos.

A ello hay que añadirle el nuevo sistema de producción remota que incluirá la categoría mediante una instalación permanente en Londres que permitirá reducir el número de personas que viajan alrededor del mundo durante las carreras, lo que supondrá un importante ahorro energético y de costes.

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