El gran circo de la Fórmula 1 está a punto de arrancar con grandes alicientes en una temporada con cambio de reglamento y más incertidumbre que nunca. El Mundial de Automovilismo volverá a rodar en 22 circuitos tras la baja de última hora del Gran Premio de Rusia, en Sochi, que se ha caído del calendario tras el estallido de la guerra con Ucrania. El objetivo de Liberty Media es impulsar al alza su negocio, aprovechando la vuelta de los aficionados a todos los circuitos. Ello, tras un 2021 en el que la Fórmula 1 rebasó los resultados prepandemia gracias al peso de un sector audiovisual que representó el 40% del negocio total.
Tras un año trepidante que se decidió en la última vuelta, la compañía estadounidense propietaria del campeonato de monoplazas busca continuar expandiendo el negocio audiovisual y volver a los números de 2019 en lo referente al ticketing. El negocio de Liberty Media goza de un gran estado de salud ya que tan solo ha necesitado una campaña para revertir las pérdidas operativas generadas por la pandemia.
La Fórmula 1 cerró 2021 con unos números rojos de 120 millones de dólares (106 millones de euros). Sin tener en cuenta las amortizaciones, el resultado financiero y los impuestos, obtuvo un beneficio operativo de 40 millones de dólares (35,5 millones de euros) que contrasta con los números rojos de 444 millones de dólares (393 millones de euros) que sufrió en 2020.
La mejora de este año sirve para superar los resultados del 2019, en que el resultado de explotación fue negativo en 35 millones de dólares (31 millones de euros). Si 2021 fue sinónimo de recuperación para numerosas propiedades deportivas, para la F-1 significó entrar en beneficios por primera vez desde 2017, año en que Liberty Media completó la compra del Mundial de Automovilismo.
En 2021 facturó 2.136 millones de dólares (1.894 millones de euros), un 86,5% más que en la temporada anterior y un 5,64% más que en 2019, año en que también se superaron los 2.000 millones de dólares. Aunque con un gran premio más que en 2019, el campeonato ha rebasado así los datos prepandemia y pretende seguir creciendo para dejar en el olvido el atípico 2020.
El negocio de la F-1 se revitalizó el año pasado en todas sus líneas de negocio con las ventas procedentes de los cánones que pagan los circuitos por albergar los grandes premios. Éstos aumentaron debido a que se celebraron cinco eventos más que en 2020. Los fees que pagaron los circuitos ya suponen el 31% de los ingresos totales de la Fórmula 1: 662 millones de dólares (587 millones de euros).
La principal novedad del calendario es el Gran Premio de Miami que se estrenará en la Fórmula 1 en el fin de semana del 6 al 8 de mayo en un circuito urbano que contará con la plataforma de criptomonedas Crypto como title sponsor. El mundial también regresa a países como Australia, Japón o Singapur tras dos años de ausencia debido a la crisis sanitaria.
Los pilotos correrán por ser los más rápidos desde la primera cita el próximo 20 de marzo en Baréin hasta el desenlace que volverá a ser en el Gran Premio de Abu Dhabi el 20 de noviembre. Con la incorporación de Miami al calendario, la Fórmula 1 insiste en su expansión a mercados emergentes para el negocio del campeonato. En total se disputarán seis carreras en territorio asiático, diez en el viejo continente y cinco en América, además del paso habitual por Melbourne en el Gran premio de Australia.
Si bien es cierto que en 2021 el campeonato ha contado con un Gran Premio más que dos años antes, también hay que tener en cuenta que la afluencia de público ha sido considerablemente menor debido a las restricciones y limitación de aforo. Algunos circuitos volvieron a contar con la presencia de público en las gradas, lo que permitió que un total 2,69 millones de aficionados acudieran a los grandes premios a lo largo del año. La cifra todavía está lejos de los 4,12 millones de personas registradas hace dos años. La cuenta pendiente para Liberty Media es volver a alcanzar las cifras de 2019 también en lo relativo al ticketing, cuando se promediaron más de 200.000 espectadores en cada gran premio.
No obstante, el negocio audiovisual es la guinda del pastel del campeonato del mundo de monoplazas. La televisión se ha consolidado como la principal fuente de ingresos de la Fórmula 1, con 852,4 millones de dólares (756 millones de euros) en 2020, un 40% del total. En 2016, la partida audiovisual representaba un 32,7% de las ventas, lo que significa que el pilar del negocio de la F-1 ha pasado de ser la adjudicación de sedes de carreras para pasar a serlo las retransmisiones. Abrir nuevos mercados en América y Asia ha sido vital para ampliar la base de fans y, por ende, mejorar el fee audiovisual.
De hecho, desde la propietaria de la F-1 aducen a “la mejora de las condiciones de algunos acuerdos nuevos y renovados y al efecto de que el año anterior, la cancelación de algunas carreras, provocó modificaciones en los contratos”. El Mundial de automovilismo registró en 2021 un incremento de la audiencia global del 4% respecto a 2020, hasta los 1.550 millones de espectadores acumulados.
Sobre todo, destacan los datos en España sobre los usuarios únicos por televisión (los que han presenciado al menos una carrera) en donde el aumento fue del 272% respecto al 2020. El incremento se produce con el cambio de Movistar a Dazn tras el pacto de ambos operadores a principios de 2021.
El patrocinio en la F1 un negocio de 300 millones de euros
Los patrocinios no tienen un peso tan desdeñable, pero representan un 16% del total de la facturación de la F-1, lo que suponen 341 millones de dólares (302 millones de euros). En este apartado, el Mundial de Automovilismo incluye a Aramco, Crypto, DHL, Emirates, Heineken, Pirelli y Rolex como principales socios. El 13% restante del negocio, en torno a 286 millones de dólares (256 millones de euros), corresponde a los ingresos generados en el paddock vía hospitality.
La gestora de la Fórmula 1 ha aprovechado este año para reducir parte de la deuda a largo plazo que ya se encuentra en los 2.936 millones de dólares (2.606 millones de euros), un 17,3% inferior a la del 2020. Teniendo en cuenta que Liberty Media también es propietario de los Atlanta Braves de la MLB de béisbol además de grupos de comunicación, la F-1 concentra el 18,7% de su deuda a largo y representa el 18,74% de los ingresos del holding.
En esta nueva edición se repetirán los mismos 10 equipos de la categoría que rodarán a lo largo del año por 22 grandes premios. La baja del Gran Premio de Rusia por la situación en Ucrania ha hecho que no aumente el número de circuitos a visitar, salvo que la Fórmula 1 decida sustutuirla. Nombres como el Gran Premio de Malasia o el de Portimao ya se han puesto sobre la mesa. La carrera que se disputa en Sochi desde 2014 se cayó del calendario después de que el holding estadounidense Liberty Media asegurase que “es imposible celebrar el Gran Premio de Rusia en las circunstancias actuales”. Se desconoce los planes de futuro que Liberty Media, empresa estadounidense, tiene en Rusia, como también si algún otro trazado tomará el testigo de Sochi.
En los últimos meses la gestora del Mundial se ha asegurado la permanencia de varios de sus Grandes Premios, como el de Barcelona-Catalunya, el circuito de Las Américas, Bahréin o Abu Dhabi, entre otros. Además, el circuito catalán ha ido pagando anualmente un canon de 21 millones de euros a Liberty Media para renovar un contrato que expiraba en 2022. La F1 exigía al trazado una inversión de 80 millones de euros para infraestructuras y una implicación de Barcelona en la generación de actividades relacionadas con el Gran Premio. Y en ello está, pues el circuito catalán se está poniendo a punto con una inversión de 5,5 millones de euros en los últimos meses.
