Fuertes pérdidas para Formula One Group. La organizadora del Mundial de Fórmula 1 cerró 2020 con unas pérdidas operativas de 386 millones de dólares (317 millones de euros), frente al beneficio de 17 millones (14 millones) que logró en el ejercicio anterior. ¿La razón? Una caída de ingresos del 43,4% en una temporada que sólo tuvo 17 carreras, catorce de las cuales lucieron las gradas vacías.
La facturación total pasó de 2.022 millones a 1.145 millones de dólares (de 1.658 millones a 939 millones de euros) entre 2019 y 2020, con un 12% correspondiente a los pagos de las promotoras de carreras -se salvó una parte con las carreras no previstas a final de año-, un 55% a los derechos audiovisuales y un 17% a los contratos comerciales.
Con tal de compensar la ausencia de los ingresos por ticketing, la gestora no cobró el canon de sede a los circuitos vía modificación de los contratos. También se rebajaron los ingresos por televisión debido a que los nuevos horarios impactaron a la baja en las audiencias y algunos operadores pidieron renegociar el importe de 2020, algo similar a lo ocurrido con los patrocinadores, que no pudieron activar sus contratos en los eventos.
Estas tres líneas de negocio aportaron 964 millones de dólares (791 millones de euros), un 42% menos. El resto de ingresos (148 millones de euros) cayeron un 49% interanual por el descenso de carreras, que impactó en negocios como el de paquetes turísticos. Sin embargo, subieron y con fuerza las suscripciones a la OTT que comercializa en varios mercados.
La Fórmula 1 facturó 1.145 millones de euros en 2020, un 43,4% menos que en el año anterior
La razón por la que se disparan los números rojos es que los costes no se pudieron contener en consonancia con el desplome de las ventas. Sin ir más lejos, los pagos a las escuderías sólo se redujeron un 30%, hasta 711 millones de dólares (583 millones de euros). El resto de los gastos asociados a los eventos bajaron un 31%, hasta 263 millones de dólares (216 millones), mientras que el resto de gastos de explotación fueron un 22% inferiores, con 115 millones de dólares (94 millones de euros).
La dirección deja entrever que el ajuste podría haber sido mayor de no ser porque los premios deportivos incluyeron “pagos únicos a los equipos al firmar el Acuerdo Concorde 2021. Sobre el resto de partidas, los ahorros vinieron principalmente porque la logística de las carreras fue más barata al haber tantas restricciones y viajes menos largos, así como a una reducción de plantilla.
Pensando en 2021, el nuevo presidente ejecutivo de la F-1, Stefano Domenicali, ha señalado que “estamos planeando un calendario de 23 carreras récord en 2021 y continuamos trabajando con gobiernos, promotores y organizaciones locales mientras navegamos por los protocolos y regulaciones de la Covid-19”.