Andalucía es la Región Europea del Deporte este 2021. Una distinción que no había recibido nunca antes y por la que la Junta ha apostado con fuerza. En ese camino, el Gobierno andaluz ha encontrado un aliado: la Real Federación Española de Fútbol (Rfef). En un año, tres convenios han firmado las partes para la organización de eventos en la comunidad autónoma a cambio de algo más de 10 millones de euros.
En concreto, las administraciones públicas andaluzas han destinado en el año de la pandemia 9 millones de euros para llevar al sur las principales competiciones gestionadas por la Rfef y convertir la región en la casa de la Selección, según los convenios públicos firmados por las dos partes.
La guinda de este pastel son las finales de la Copa del Rey, que se disputarán en el Estadio de La Cartuja de Sevilla hasta 2023 previo pago de un canon de 4,8 millones de euros. En este caso, la Junta de Andalucía se divide la factura con la Diputación y el Ayuntamiento de Sevilla.
Esta nueva forma de comercialización permite a la Rfef lograr ingresos recurrentes y a medio plazo con un único contrato, en lugar de organizar un concurso cada temporada para asignar estos derechos. Este sábado se estrena el formato con el Real Sociedad-Athletic Club de la final 2020, aplazada por la pandemia.
Otro ejemplo de búsqueda de contratos largos es el que también tiene con la Junta para llevar 24 partidos de las diferentes selecciones españolas a Andalucía hasta 2024. En total, tres millones de euros a cambio de seis encuentros por temporada, repartidos a partes iguales por la absoluta masculina, la absoluta femenina y la sub-21 masculina.
La Junta pagará 200.000 euros por cada partido de la absoluta masculina; 100.000 euros por el femenino, y 75.000 euros por la sub-21
Los gastos de los eventos y los ingresos por ticketing son todos para la federación; el impacto turístico, para Andalucía. Según reza el convenio, todos estos encuentros se disputarán en La Cartuja, salvo que, de mutuo acuerdo, Junta y Rfef acuerden que “se dispute alguno de ellos en otro estadio de Andalucía”.
Por cada encuentro el Gobierno andaluz paga un canon diferente: 200.000 euros por la absoluta, 100.000 euros por el femenino y 75.000 euros por la sub-21. En total, 750.000 euros por temporada.
Por último, también han alcanzado acuerdos para encontrar soluciones a problemas derivados por la Covid-19. Cuando la pandemia complicó la posibilidad y el riesgo de viajar a Arabia Saudí para la disputa de la Supercopa de España 2021, Rubiales encontró en la Junta, de nuevo, un aliado.
La competición se desarrolló el pasado enero entre Málaga, Córdoba y Sevilla, a cambio de 1,82 millones de euros. En este caso, el convenio es a corto plazo y no se prevé que el torneo vuelva a Andalucía en 2022. Si mejoran las condiciones sanitarias, los clubes volarán a Oriente Medio, donde el contrato con las autoridades saudíes es imposible de igualar: 23,25 millones de euros por edición.
Las concentraciones de las inferiores, en la Costa del Sol
Más allá de sus competiciones y partidos de la Selección, la Rfef ha visto en Andalucía un filón para las concentraciones de sus categorías inferiores. La federación española de fútbol ha fijado Marbella como lugar de concentración de los equipos, tanto masculinos como femeninos, con un acuerdo con el Ayuntamiento de la ciudad y la Diputación de Málaga que va hasta 2024. Se desconocen los detalles económicos de este acuerdo que convierte a ambas instituciones en colaboradores del organismo.
Los combinados nacionales se ejercitarán en el Marbella Football Center, que acogerá a los equipos de fútbol, fútbol sala y fútbol playa, durante los próximo tres años. El acuerdo también alcanza a las competiciones no profesionales que gestiona la federación.
“La imagen de las categorías inferiores de la Selección se asocia a la Costa del Sol y al turismo, y eso lo tenemos que agradecer porque en este acuerdo la Diputación y el Ayuntamiento han sido fundamentales”, aseguró Rubiales durante la firma del convenio, el pasado enero.
“Es un claro win-win”, apostilló entonces Francisco Salado, presidente de la Diputación de Málaga. Andalucía y Rfef, amistad en tiempos de pandemia.