La Fifa pone cifras al impacto global del Covid-19 en la industria del fútbol. El excomisario europeo Oli Rehn, al frente del comité del regulador que analiza el impacto de esta crisis en el deporte, ha cifrado en 14.000 millones de dólares (11.795 millones de euros) la pérdida de ingresos que han sufridos los clubes en todo el mundo. Y es una cifra que podría ir a más.

Esta previsión se basa en el escenario actual, en el que poco a poco las ligas van aprobando el regreso de los aficionados a los estadios y no hay atisbos de un nuevo parón abrupto de las competiciones oficiales. “Ha creado mucha confusión en diferentes niveles con algunos clubes profesionales que enfrentan serias dificultades”, ha señalado el dirigente.

En una entrevista con Reuters, Rehn ha advertido que “también estoy muy preocupado por las academias juveniles y los clubes de divisiones inferiores”, donde los recursos económicos son inferiores y no hay tanto músculo financiero para asumir los sobrecostes necesarios para disponer de una competición segura.

Esta pérdida de ingresos equivale a un tercio del negocio global, que junto a consultores externos han cifrado en 45.000 millones de dólares (37.911 millones de euros anuales. En este sentido, ha advertido de que las regiones que podrían verse más afectadas son las de Latinoamérica, Asia y África. “Es un peligro real que se arruine el buen trabajo que se ha hecho en el desarrollo del fútbol en Asia y África, por eso queremos suavizar el golpe y mantener el desarrollo que se ha hecho”.

De ahí el fondo de rescate creado por la Fifa, con una dotación de 1.500 millones de dólares (1.264 millones de euros). En total, ya son 150 de las 211 asociaciones nacionales las que han acudido a solicitar parte de este dinero para asegurar la viabilidad de sus respectivos ecosistemas. “No podemos descartar desarrollos peores y eso sería otro juego de pelota si la pandemia continuara en forma severa el próximo año. Ahora estamos trabajando sobre la base del escenario actual”, ha concluido.