El fichaje de Jon Rahm agita la guerra del LIV Golf con el PGA: ¿hacia la fusión o fin del acuerdo?

El circuito saudí y el norteamericano se dieron de plazo hasta el 31 de diciembre para alcanzar un acuerdo que ponga fin a sus disputas y defina cómo será el futuro del golf. El fichaje del golfista vasco puede influir en las negociaciones.

Jon Rahm 2023

El futuro del golf mundial sigue siendo una incógnita. Pese al acuerdo alcanzado en junio entre el PGA Tour y el European Tour con el LIV Golf para impulsar la fusión de las tres organizaciones, nadie sabe con certeza cómo se dibujará el mapa de competiciones durante los próximos años. El fichaje de Jon Rahm por el circuito saudí ha agitado el tablero de juego y puede impactar en el devenir de las negociaciones entre los diferentes circuitos

El PGA Tour y el LIV Golf se dieron de margen hasta el 31 de diciembre para alcanzar un entendimiento que les permita poner fin a todas sus disputas y diseñar cómo será el mapa de competiciones del futuro, ya sea con una fusión de circuitos o cualquier otro modelo. 

En este contexto, y a pocas semanas de agotar el plazo, el fichaje de Rahm con el circuito saudí, con un contrato con el que percibirá 525 millones de dólares (487 millones de euros) durante los próximos cuatro años, puede suponer un acelerón o un obstáculo para que todas las partes implicadas lleguen a un acuerdo. 

El circuito norteamericano no tardó en contraatacar al fichaje del golfista vasco y anunció que está en conversaciones avanzadas con el grupo inversor Strategic Sports Group (SSG), en el que se encuentra el dueño del Liverpool FC, Fenway Sports Group. El grupo entraría como coinversor en el proyecto que salga del acuerdo entre el PGA y el LIV Golf. 

Jay Monahan, comisionado de PGA Tour, tenía previsto reunirse la semana pasada con Yasir Al-Rumayyan, responsable del fondo soberano saudí (PIF), pero el encuentro fue finalmente cancelado. De todas formas, las negociaciones siguen en pie y Monahan asegura que llegar a un acuerdo se mantiene como un “objetivo firme” para el PGA

Las negociaciones también cuentan con obstáculos en el plano jurídico, puesto que el Departamento de Justicia de Estados Unidos abrió una investigación sobre posibles violaciones de las leyes antimonopolio.  

Con la irrupción de Arabia Saudí en el mundo del golf, se vio más que amenazada la posición de privilegio tanto del European Tour como del PGA Tour. El de Rahm es sólo el último caso de una larga lista de golfistas profesionales que dieron el salto hacia el LIV Golf. Sin embargo, su caso es el más sonado no sólo por las cifras de su contrato y por su nivel deportivo, sino porque el golfista de Barrika había sido uno de los principales aliados de Monahan y los que más frontalmente se habían opuesto al salto al circuito saudí. 

Con la irrupción de Arabia Saudí, se vio más que amenazada la posición de privilegio del European Tour y del PGA Tour

El preacuerdo firmado el pasado verano generó malestar entre los golfistas del PGA al no haber sido consultados. “Mi reacción fue de sorpresa, ya que estoy seguro de que muchos de los jugadores se sintieron desconcertados por lo que sucedió tan rápido, sin ningún aporte ni información al respecto”, explicaba Tiger Woods al respecto. 

De hecho, el golfista estadounidense es ahora el sexto director de jugadores de la Junta del PGA como parte de las nuevas medidas de transparencia y gobernanza aplicadas para recuperar la confianza de los jugadores. La Junta está ahora compuesta por seis jugadores y cinco miembros independientes, de tal manera que no se puede tomar ninguna decisión importante en el futuro sin la participación y aprobación previa de los directores de jugadores. 

Cabe recordar que, el preacuerdo incluía la retirada de todos los litigios judiciales abiertos por el PGA contra LIV Golf y los golfistas que cambiaron de circuito. Asimismo, se esperaba que las tres organizaciones creasen en 2024 una joint venture para gestionar el negocio y los derechos comerciales del nuevo circuito. El Fondo de Inversión Público Saudí acordó invertir 1.000 millones de dólares (908,6 millones de euros) en la nueva sociedad. 

 

Más poder al deportista: de Messi en Miami a Rahm en el LIV

Más allá de las mareantes cifras que convierten el fichaje de Rahm en el mayor contrato de la historia del deporte, el golfista entra en el selecto club de deportistas que cuenta con participación en sus clubes o competiciones mientras siguen en activo. La tipología del contrato firmado con el LIV Golf es mixta, por lo que además de cerca de 500 millones euros durante los próximos cuatro años, recibirá un porcentaje del capital de uno de los equipos del circuito. 

Desde el propio PGA se apuntaba en esta dirección respecto al futuro de la disciplina: “Lo más importante para nuestros jugadores es que pasen del modelo de contratistas independientes a ser propietarios”, señaló Monahan. 

Rahm sigue los pasos de Leo Messi que protagonizó este verano el movimiento del año en la industria del deporte al fichar por Inter Miami. El astro argentino cobra una parte de su contrato en acciones de la franquicia estadounidense, así como un porcentaje de la venta de productos Adidas de la MLS y un porcentaje de los ingresos generados por los derechos de televisión y el coste de suscripciones del MLSPass. La MLS ya sedujo a David Beckham años atrás ofreciéndole entrar en la propiedad de una franquicia a cambio de renunciar a dinero para enrolarse en LA Galaxy. 

En la NBA, el nuevo convenio colectivo permite a los jugadores invertir en franquicias de la NBA y la WNBA, siempre y cuando lo hagan a través de una empresa cotizada y, en el caso de la WNBA, también a través del fondo de inversión lanzado por la Nbpa, el sindicato de jugadores. No es el único caso, y, de hecho, están surgiendo competiciones impulsadas por los propios atletas. Destacan Tiger Woods y Rory McIlroy, impulsores de TGL, una liga de golf por equipos en la que colabora el PGA Tour y en la que también son accionistas de uno de los equipos.  

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