Exclusividad, lujo y mucha celebridad. Son algunos de los elementos que convierten a la Fórmula 1 en el gran circo del motor. Desde hace décadas, este ha sido, precisamente, uno de los puntos fuertes de una de sus citas más icónicas: el Gran Premio de Mónaco. Una tendencia que tiene su réplica al otro lado del Atlántico especialmente desde que la estadounidense Liberty Media compró el Mundial de Automovilismo. Prueba de ello es la irrupción de nuevas citas como Miami y Las Vegas, que han desviado los focos del trazado al negocio VIP. Esos grandes premios se han convertido en el place to be, el evento que nadie quiere perderse. Y el Circuit de Barcelona-Catalunya, sede del el GP de España, aspira a seguir por ese camino para elevar un negocio anual que supera los 24 millones de euros.
El trazado estrena este fin de semana su nuevo edificio de hospitality con motivo del Gran Premio de F1. Situado junto a la salida de boxes, este espacio ofrecerá una visión privilegiada de la recta principal. La gestora del trazado ha invertido más de 2,7 millones en su construcción a lo largo del último año. ¿El desafío? Disparar el negocio de hospitality que mueve el recinto hasta más allá de los 5 millones que generaba en 2018. A su favor juega el furor por Fernando Alonso, que busca su victoria número 33 en la Fórmula 1.
En los últimos años, esta línea de negocio se ha visto sensiblemente afectada por las restricciones sanitarias, hasta el punto que en 2021 tan sólo generó 744.000 euros. Con la recuperación de este negocio, la gestora del circuito aspira a seguir incrementando una facturación, si bien este espacio reservado al público VIP y a las marcas aún no estará 100% operativo porque tan sólo está lista la terraza y uno de los dos pisos del edificio.
Más allá de la inversión efectuada en su construcción, en las últimas semanas la gestora ha adjudicado la explotación de los servicios integrales de hospitality a Accs Media Sports por 1,4 millones de euros. Esta compañía será el aliado del Circuit para dinamizar este espacio VIP y, sobre todo, generar una experiencia al fan y a las marcas patrocinadoras para favorecer que el próximo año vuelvan a repetir.
Estas mejoras son sólo la punta del iceberg de un plan inversor que ha comprometido el Circuit, y que debe llevar a cabo para cumplir con el compromiso adquirido con Liberty Media, con la que pactó la continuidad de la F1 en el trazado catalán hasta 2026.
El Circuit busca disparar el negocio de hospitality más allá de los 5 millones que generaba en 2018
La promotora del Mundial es consciente de garantizar un producto y una experiencia atractiva es clave para elevar su negocio y el impacto local y global de la Fórmula 1. De ahí que la entidad exigiera una inversión de 80 millones de euros al circuito a cambio de seguir en el calendario del gran circo.
La ofensiva de la Fórmula 1 por exprimir la hospitalidad y el lujo se remonta a 2017, cuando Liberty Media, nada más aterrizar en el campeonato, puso en marcha F1 Experiences. Se trata de un servicio que ofrece una multitud de paquetes dirigidos a ofrecer la mejor experiencia posible para el aficionado durante todo el fin de semana de gran premio. Entre ellos, destaca el acceso a zonas de paddock, hospitality, encuentros con los pilotos y alojamiento, entre otras iniciativas que han permitido aumentar un 50% el negocio VIP de la F1 en sólo seis años, hasta 466 millones de dólares (439,5 millones de euros).
Keith Bruce, presidente de F1 Experiences, explicó que el objetivo era “cambiar por completo la dinámica de asistir a una carrera de Fórmula 1. Queríamos ser transformadores, queríamos darles a los aficionados la oportunidad de ver y hacer cosas que no habían podido hacer antes”.
Más allá de las estrellas: nuevas formas de seducir al fan
Si bien la imagen que ofrecen carreras como las de Miami o Mónaco son las de un desfile de famosos que se pasean por el paddock a lo largo de todo el fin de semana, la estrategia de la Fórmula 1 para sacarle mayor partido al ticketing es mucho más que eso. El reto es poder acercar cada vez más al aficionado a la acción que se vive en el circuito. De este modo, la demanda de entradas exclusivas para los Grandes Premios se ha disparado en los últimos años con iniciativas como el F1 Garage. Esta oferta permite a los aficionados disponer de su propio garaje en el paddock, situado junto al resto de escuderías y con servicios de restauración y hospitalidad de alta calidad.
En el caso del GP de España, los aficionados contarán con una fan zone situada detrás de la tribuna principal, la Pelouse Jove con una pantalla gigante y actuaciones en directo, una zona gastronómica, además de la posibilidad de visitar el Pit Lane o pisar el asfalto justo después de la carrera. Una de las apuestas de la Fórmula 1 es llevar la disciplina más allá de los trazados. De hecho, el Gran Premio de España también ha contado con activaciones fuera del circuito como el F1 Barcelona Village, ubicado en el Port Vell de la capital catalana.
En este sentido se enmarcan otras iniciativas para mejorar la experiencia del aficionado más allá de las carreras y seguir diversificando el negocio del campeonato. Entre ellos se encuentra F1 Arcade, la línea de restaurantes y salas recreativas que la F1 estrenó el pasado año en Londres y que próximamente llegará a EEUU, o la exposición del Mundial organizada en Madrid desde marzo hasta septiembre de 2023.
Inversión de 30 millones para su plan estratégico
El Circuit de Catalunya anunció en 2022 una inyección de 30 millones de euros para impulsar un plan estratégico hasta 2024. Un plan diseñado para modernizar el espacio y hacerlo más sostenible ambiental y económicamente, con el que pueda generar nuevos ingresos y mejorar su eficiencia de la mano de la digitalización. Pero, sobre todo, para cumplir con las exigencias de Liberty Media y Dorna Sports para seguir en el circo del motor.
Más de la mitad de la inversión comprometida, 16 millones, se pondrá en marcha a lo largo de 2023 con actuaciones relacionadas con la seguridad o para mejorar la experiencia de los aficionados. Son actuaciones dirigidas a aprovechar hasta 25 hectáreas de zonas verdes para la celebración y organización de eventos vinculados al mundo del entretenimiento y del ocio que permitan recibir ferias, congresos y turismo de negocios, acontecimientos con música en vivo u otro tipo de actividades relacionadas con el mundo del deporte.