Nuevo Pacto de la Concordia, nuevo liderazgo. Liberty Media y las escuderías lograron hace unas semanas un acuerdo en torno al futuro de la Fórmula 1, y el conglomerado estadounidense quiere que el piloto para entonces sea otro. Hoy se ha hecho oficial la incorporación de Stefano Domenicali como presidente ejecutivo del Mundial a partir de enero de 2021, en sustitución de Chase Carey.
El exdirector de la escudería Ferrari asumirá los mandos en una etapa que debe asegurar una mayor igualdad entre los equipos y una apuesta más decidida por la innovación y los entornos digitales. Para ello, no obstante, primero había que modernizar las estructuras de la gestora respecto a la era de Bernie Ecclestone. Ahí es donde puso el foco Carey y donde más se ha avanzado.
“Chase ha hecho un trabajo fenomenal liderando la F-1. Reunió una organización comercial y deportiva de primera clase que tiene una larga lista de logros, que incluyen ampliar el atractivo del deporte, hacer crecer su presencia digital, establecer nuevas regulaciones técnicas, asegurar un límite de costes por primera vez y alcanzar un nuevo nivel más equitativo”, ha recordado Greg Maffei, presidente ejecutivo de Liberty Media.
Sin embargo, ese trabajo también le ha costado importantes enemigos en el sector a este ejecutivo del mundo de los medios y el entretenimieto. Y de ahí la apuesta por Domenicali, que dirigió Ferrari entre 2008 y 2014 y ha sido alto ejecutivo de Audi y Lamborghini. Es un hombre de motorsport. “Aporta una rica historia de éxito”, ha indicado sobre él.
Carey ha incidido en su despedida que “hemos construido una base sólida para que el negocio crezca a largo plazo”, pese al impacto negativo que tendrá la crisis del Covid-19 en las cuentas de este año. “Estoy orgulloso del equipo que no solo atravesó un 2020 inmensamente desafiante, sino que regresó con un propósito y determinación adicionales en las áreas de sostenibilidad, diversidad e inclusión”, ha añadido.
Domenicali, por su parte, ha apuntado que “los últimos seis años en Audi y luego liderando Lamborghini me han dado una perspectiva y experiencia más amplia que traeré a la Fórmula 1”. En el área técnica ha podido estar al corriente de todos los cambios como miembro de la comisión de monoplazas de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
Uno de sus retos más inmediatos será retener la confianza de marcas y circuitos a futuro, después de un 2020 atípico en el que la facturación se hundió un 98% interanual en el primer semestre, pasando de 620 millones a 24 millones de dólares (de 532 millones a 20,6 millones de euros). Las pérdidas operativas ascendieron a 122 millones de dólares (104,6 millones de euros).