No todo fueron malas noticias para el European Tour durante la crisis sanitaria. La gestora del principal circuito de golf del Viejo Continente cerró el primer año de pandemia reduciendo sus ingresos de forma importante y aumentando pérdidas, pero también pudo poner en valor uno de sus principales activos. La gestora deportiva ha logrado hacer caja en plena tormenta con la venta de un 15% de su brazo audiovisual al PGA Tour estadounidense. La operación, cerrada a principios de año y que no se había hecho pública, se ha cerrado por 85 millones de dólares (73,4 millones de euros), según sus cuentas de 2020, a las que ha tenido acceso 2Playbook.
De ahí que esta transacción no haya impactado en el ejercicio más dañado por la Covid-19, que, en su caso, se cerró con unas pérdidas de 20,9 millones de libras (24,7 millones de euros), un 31% más que en 2019. Ello, después de que los ingresos se desplomaran un 42%, hasta 157,2 millones de libras (184,9 millones de euros).
La facturación incluye, entre otros aspectos, la gestión y explotación de la Ryder Cup -en alianza con el PGA-. La gran cita intercontinental, celebrada recientemente en Estados Unidos, aportó cuatro millones de libras (4,7 millones de euros), un 21% más interanual.
En la cifra de negocios del European Tour se incluyen el prize money, el canon que pagan los torneos por estar presentes en el circuito, los patrocinios, los derechos de televisión y la producción audiovisual, el ticketing e ingresos por hospitality, así como las cuotas de inscripción a torneos y las afiliaciones (membership) anuales, siempre en el año en el que se produzcan.
Y eso que su filial PGA European Tour Productions incluso logró aumentar su rentabilidad. La compañía, encargada de producir la señal de los torneos y vender los derechos de televisión, ganó 22,6 millones de libras (26,6 millones de euros) en el último año, un 25% más respecto a 2019. Todo ello, a pesar de facturar un 15% menos a causa de la cancelación de eventos por la pandemia, hasta 85 millones de libras (100 millones de euros).
La comercialización de las retransmisiones aportó 73 millones de libras (86 millones de euros), un 10% menos interanual, a lo que se suman otros diez millones de libras (12 millones de euros) por la producción televisiva. El patrocinio gestionado por la filial apenas aporta un 1%, algo más de un millón de libras (1,2 millones de euros).
La Covid-19 supuso un importante trastoque en su calendario de torneos, que se redujo de 41 a 33 entre los televisados, pero también engordó su rentabilidad: pasó de lograr un beneficio bruto por evento del 43% al 61% en sólo un año. Los costes cayeron un 41%, hasta 33,3 millones de libras (39,2 millones de euros). “Esto refleja la fortaleza de nuestras relaciones con los clientes clave y la solidez de nuestro modelo de negocio”, destaca PGA Tour Europe en las cuentas.
Un ejemplo de ello se evidencia en la plantilla del grupo. Apenas sufrió cinco bajas en el último año, que cerró con 240 empleados, y sus salarios aumentaron: se destinaron 24,3 millones de libras (28,6 millones de euros) para esta partida, un 20,5% más interanual.
En ello también tuvo que ver la contracción en el gasto ordinario, derivado de los eventos y el negocio del grupo. La reducción de torneos por culpa de la pandemia supuso un ahorro del 55% sólo en el desarrollo de las competiciones del circuito, que pasó de tener un presupuesto de 172 millones de libras (202 millones de euros) a 76,9 millones de libras (90,4 millones de euros).
Un dividendo de 29 millones para el Consejo en 2020; y otros 12 millones en 2021
Las buenas cifras marcadas por la gestora audiovisual trajeron otras noticias positivas para sus directors. El consejo aprobó el reparto de un dividendo de 25 millones de libras (29,4 millones de euros) a cierre de ejercicio, que culmina el 31 de diciembre. Este importe se recogerá en las cuentas de 2021, así como las plusvalías por haber dado entrada al PGA Tour en su negocio. A ello se sumaron otros 10 millones de libras (11,8 millones de euros) este septiembre como consecuencia del acuerdo alcanzado con el circuito estadounidense en noviembre de 2020.
Sobre el futuro del organismo y sus eventos, la dirección prevé que “los cambios en el panorama de los medios de comunicación y la competencia en los distintos mercados de la radiodifusión afectarán al valor de los derechos de televisión y datos cuando se sometan a una licitación”.
Sin embargo, PGA Europe cree que “nuestra inversión continua en el desarrollo de nuestro producto y nuestra cobertura, con especial énfasis en el uso de nuevas tecnologías para mejorar las emisiones, nos permitirá mejorar nuestra ya sólida posición en el mercado”. En total, el grupo tuvo unos gastos de 165,5 millones de libras (194,6 millones de euros), un 70% menos respecto a 2019.
Alianza entre PGA y European Tour para combatir la ‘Superliga de golf’
Además de las evidentes alianzas comerciales y de negocio, PGA y European Tour trabajan juntas en blindar la actual pirámide competitiva. Y esto pasa por intentar cortar de raíz la potencial Superliga de golf que quiere poner en marcha Arabia Saudí. Un nuevo circuito, Premier Golf League, que incrementaría la bolsa de premios y, además, les permitiría entrar en el capital de la competición, en una operación que se valora en 100 millones de dólares (86 millones de euros), según The Guardian.
En el Viejo Continente, el PGA ha encontrado de aliado al European Tour, con q uien ha iniciado esta temporada (2021-2022) un acuerdo para, entre otros aspectos, compartir tres torneos de la Race to Dubai este curso: el Barbasol Championship; el Barracuda Championship; y el Genesis Scottish Open. Asimismo, por primera vez, habrá acceso para 50 miembros del European Tour a cada uno de los dos eventos del PGA Tour en 2022.
Pero el PGA no se ha quedado ahí en su oposición al plan saudí con el golf de primer nivel. El circuito ya ha amenazado a los golfistas profesionales con suspenderlos si se unen a la Premier Golf League.
Además, para rebajar los posibles deseos de algunos jugadores de ganar más dinero en alianza con los fondos saudíes, el circuito norteamericano repartirá 40 millones de dólares (34,5 millones de euros) entre el top-10. En concreto, ha creado el programa Player Impact Program para beneficiar a los diez principales jugadores con una bolsa de premios adicional a los torneos que utilizará una revolucionaria métrica nueva: analizará el impacto que el jugador ha generado en la industria y el negocio. Se tendrá en cuenta el engage que ha generado con aficionados y patrocinadores, la audiencia y otras métricas.
El primer clasificado se llevará un premio total de ocho millones de dólares (6,6 millones de euros), mientras que el resto se irá repartiendo por méritos al resto del top-10. También se tendrán en cuenta los resultados deportivos, la posición en la que finaliza en el ranking general, la popularidad en las búsquedas de Google, la familiaridad que tiene con los aficionados y el atractivo para las marcas.