Veinte años han pasado desde que once clubes hegemónicos del baloncesto europeo unieron fuerzas para crear la Euroliga, la principal competición del deporte de la canasta en el Viejo Continente. Ningún equipo británico y francés estaba en la lista de socios fundadores, pero son dos países donde el torneo quiere crecer. Y ofertas no le han faltado. “Han llamado a la puerta inversores interesados en crear un equipo en París y Londres”, explica a 2Playbook la directora de desarrollo de negocio de la Euroliga, Roser Queraltó.
Dos capitales europeas que forman parte de dos de los cuatro mercados de crecimiento que la Euroliga ha definido junto con su socio comercial, IMG, y Deloitte, con la que ha elaborado un estudio para definir cómo posicionarse en los territorios donde aún existe un amplio margen de crecimiento. En la lista también están Rusia e Italia, aunque la preferencia para sumar equipos está en Reino Unido y Francia.
“En cuanto anunciamos nuestra ambición de ofrecer una licencia a un equipo en Londres y París recibimos propuestas de inversores; no es algo inmediato, pero estamos trabajando en ello”, afirma. Crecer en la capital gala ayudaría a posicionar la Euroliga en un mercado grande como es el francés, donde el Asvel Lyon-Villeurbanne, controlado por el Olympique de Lyon y Tony Parker, está a las puertas de recibir licencia fija para disputar el torneo. Allí también es donde la NBA ha enviado sus series internacionales.
Expandirse en Reino Unido permitiría a la Euroliga entrar en un mercado en el que no tiene presencia. En ambos casos sería mediante la creación de una franquicia desde cero, pues os equipos que ya compiten en sus respectivas ligas domésticas no tiene ni la estructura ni el presupuesto que exige competir en la élite del baloncesto del Viejo Continente, donde mínimo se necesitan7,2 millones y el promedio alcanza los 22 millones de euros. El club con más presupuesto cuenta con 46,8 millones de euros.
“Tenemos que ofrecer algo que sea realmente sostenible por sí mismo, porque los presupuestos de los equipos que ya operan en esos mercados están bastante lejos de la realidad de la Euroliga”, explica Queraltó. La directiva asegura que la elección de estas dos ciudades está muy meditada, pues “no buscamos abrir mercado por el mero hecho de hacerlo, sino con un sentido para ese territorio y para el negocio de los clubes y la Euroliga”.
La Euroliga ha elevado un 76% el reparto económico entre los clubes desde 2015-2016
De ahí que la gestora no quiera precipitarse en la asignación de la licencia. De hecho, la llegada del torneo a París o a Londres no es una realidad, sino un proyecto que “no está lejos, pero tampoco es inmediato”, aclara. ¿Cuáles son los siguientes pasos? En París, encontrar los inversores adecuados, mientras que en Londres este reto se suma a la necesidad de dar un recinto deportivo idóneo.
“En Londres tenemos los inversores interesados, pero nos falta un recinto con capacidad suficiente para sostener un equipo de Euroliga con el presupuesto que tienen los clubes hoy día”, reconoce Queraltó, al admitir que el O2 tiene la capacidad ideal, pero también una agenda de eventos demasiado completa como para encontrar al menos 17 fechas libres en el calendario para organizar los partidos de la fase regular.
Esa es la principal dificultad que aleja a la Euroliga de la capital británica, donde existen dos proyectos para levantar pabellones que sí cumplirían con los requisitos que pide la compañía presidida por Jordi Bertomeu. Es un obstáculo que París no tiene, puesto que el AccorHotels Arena, nueva sede de los partidos de la NBA en Europa, sería una posible sede.
El recinto es propiedad del Ayuntamiento de París y está explotado por AEG, gestora de otras instalaciones de renombre, como el O2 de Londres, el Staples Center de Los Ángeles o el Mercedes-Benz Arena de Berlín. “Hay inversores que han llamado a la puerta para crear un equipo en París, donde además de ese pabellón se están construyendo otros para los Juegos Olímpicos”, afirma Queraltó.
La compañía, que se vio obligada a suspender la última edición de la Euroliga y la Eurocup por la pandemia, ha aprobado una serie de medidas para mitigar el impacto provocado por la crisis sanitaria. De manera puntual ha redefinido el reparto económico entre los clubes para que los resultados deportivos supongan un 21% de la distribución, por el 79% restante que depende de los ingresos generados por la televisión y el patrocinio (market pool).
Además, aunque la pandemia se llevó por delante un 30% del negocio de la Euroliga, el reparto económico entre los clubes sólo se redujo un 14%. El resto lo ha asumido la compañía, que ha reducido los gastos para que los equipos se vieran menos afectados. Por otro lado, se ha suavizado el fair play financiero de manera excepcional.
La pandemia provocó una caída del 30% en el negocio de la Euroliga
Esta medida de control persigue que los equipos dependan más de su capacidad para generar ingresos que de las aportaciones de su accionista mayoritario. “Cada año se reduce en cinco puntos porcentuales la aportación de capital de los dueños, y sigue en pie que en 2022-2023 esa aportación se limite al 40%”, afirma Queraltó.
Una de las medidas aprobadas en la última junta fue la creación de una división de innovación para ayudar al torneo y a sus participantes a mejorar su negocio. Es un área en la que participan IMG y consultora N3xt Sports, con la que se pretende compartir data entre los clubes, mejorar la personalización de los contenidos y que las plataformas digitales sean una mejor fuente de ingresos.
También se persigue crear nuevas oportunidades para nuestros patrocinadores; identificar sinergias entre la Euroliga y los clubes; identificar tecnologías nuevas e implementarlas, y sobre todo, mejorar la agilidad en la toma de decisiones.
Asimismo, el torneo ha creado su propia tienda en Amazon para generar nuevas líneas de ingresos para los clubes a través de la venta de merchandising. En paralelo, se han renovado cuatro patrocinadores, entre los que está Turkish Airlines como espónsor principal, y se han incorporado tres nuevas marcas, como son BKT, Dafabet y Domino’s. Es un trabajo que ha permitido a la competición elevar un 6% sus ingresos comerciales.
La firma de nuevos acuerdos comerciales y la creación de la división de innovación no hubiera sido posible de no ser por IMG, que ha impulsado el negocio de la competición desde que se firmó la joint venture en 2015. Dicho acuerdo supuso un cambio en el formato de competición del torneo y, desde entonces, los ingresos de los clubes han aumentado un 33%, mientras que la distribución económica de la Euroliga lo ha hecho un 76%. “Con IMG hemos encontrado el equilibrio entre la economía que necesita el negocio y las inversiones que necesitamos de cara al futuro”, apunta Queraltó. Un futuro en el que se espera que París y Londres ayudan a impulsar el negocio del torneo.