La Euroliga se abre a cambios dentro de su cúpula. La principal competición europea de baloncesto ha anunciado que estudiará propuestas para que los once clubes fundadores, los únicos que cuentan con licencia fija, se integren en otras estructuras de gobierno de la competición para aumentar su representatividad en la toma de decisiones.
El consejo ejecutivo de la Euroliga estudiará las diferentes propuestas en su próxima asamblea general. De esta forma, espera poner fin al movimiento de los siete clubes que se reunieron de forma independiente semanas atrás para mostrar su descontento con la gestión de la competición. Entre ellos se encontraban Maccabi Tel Aviv, Olympiacos, Panathinaikos, CSKA, Armani Milano, Zalgiris y Anadolu Efes.
Los únicos que no participaron en dicha reunión fueron los tres españoles (FC Barcelona, Real Madrid y Baskonia) y Fenerbahçe. La Euroliga ha destacado en su comunicado que “los once clubes están completamente comprometidos con su unidad como fundadores”. Asimismo, asegura que “se mantiene la visión de dar los siguientes pasos para llevar a las competiciones a nuevos éxitos”.
Los clubes díscolos, liderados por Maccabi, demandaban cambios en la política económica de la Euroliga, según publicaron diferentes medios locales. Asimismo, consideraban que el nivel de ingresos era insuficiente, a pesar de que la previsión es repartir cerca de 37 millones de euros, sujetos a variables como los mercados televisivos. Entre las medidas que se plantearon, estaba reducir la parte que corresponde a la Euroliga y aumentar el reparto de ingresos a los clubes.