La Euroliga continúa adelante con su hoja de ruta y rinde cuentas ante los clubes que conforman la asociación. La asociación ha aprobado elevar un 29,6% el presupuesto mínimo para participar en la principal competición de clubes de baloncesto del Viejo Continente. A partir de la próxima temporada, el presupuesto mínimo será de 7 millones de euros, por los 5,4 millones establecidos hasta ahora.
Además, se ha acordado aprobar algo que los once clubes fundadores del torneo ya pactaron semanas atrás: flexibilizar las normas del fair play financiero hasta 2022-2023, para así dar más manga ancha a los equipos tras la difícil situación económica que están navegando con la pandemia.
Así, a partir de la próxima campaña, la aportación de los accionistas de los clubes al presupuesto se limitará al 55%. Es un porcentaje superior al 50% que se había pactado antes de que estallara la crisis sanitaria. El objetivo es, paulatinamente, ir reduciendo la dependencia económica de los participantes hacia los accionistas, de modo que gane peso la generación de negocio de cada entidad.
Sin embargo, la pandemia ha hecho estallar por los aires las previsiones, y con este ajuste al alza la Euroliga pretende dar mayor flexibilidad a los clubes. Si bien el objetivo era alcanzar 2022-2023 con una aportación económica de los accionistas limitada al 40% de todo el presupuesto, finalmente en esa campaña el límite estará fijado en el 50% del budget.
La Euroliga y el sindicato de jugadores han pactado el primer convenio colectivo de la historia de la competición
Otra de las novedades más relevantes es la aprobación, por primera vez en la historia de la competición, de un convenio colectivo europeo que regulará las relaciones, derechos y obligaciones entre los jugadores del torneo y la organización. La Euroliga no ha dado a conocer el contenido de dicho marco laboral, en el que los clubes y el sindicato de jugadores (la Elpa) llevan varias temporadas trabajando.
Respecto al reparto económico de la Euroliga entre los clubes, la asociación no ha detallado cuánto dinero se distribuirá, pero sí se ha dado el visto bueno a los criterios de distribución en 2021-2022, dando a la distribución del pool de mercado un mayor peso sobre el total, con el objetivo de reducir la incertidumbre de los ingresos para los clubes de la Euroliga.
Además de aprobar también el informe económico de 2020-2021 y las previsiones para 2021-2022, se ha decidido que la próxima temporada empezará el 30 de septiembre para la Euroliga, mientras que la Eurocup arrancará el 20 de octubre.
Estas decisiones se han tomado en la junta de propietarios del torneo, que se ha reunido en Barcelona y en la que, además de participar los once equipos accionistas, han acudido el resto de participantes de la competición. En ella se han aprobado una serie de cuestiones referentes a las próximas temporadas, desde cuándo empezará la campaña 2021-2022, hasta las condiciones del reparto económico entre los clubes.
La audiencia de la Euroliga, al alza
Durante la pasada campaña, la fase regular de la Euroliga se anotó un aumento del 79% y del 50% en las cifras de audiencia en directo de los play-offs. Además, se estima que entre el 65% y el 85% de los aficionados están dispuestos o muy dispuestos a asistir a un partido de baloncesto en directo cuando se levanten las restricciones.
La participación en las redes sociales de la competición aumentó un 51%, mientras que la visualización de vídeos mejoró un 39%. Teniendo en cuenta únicamente el contenido compartido durante la Final Four, se registraron niveles de crecimiento superiores, del 82% en las redes y casi el doble de visualizaciones respecto a 2019. La Eurocup obtuvo un crecimiento del 17% en la participación en las redes sociales.
Según un informe de Nielsen, mejoró un 22% respecto a 2019 el nivel de interés de la Euroliga en los territorios donde juegan los equipos que forman parte de la competición, con España, Italia, Israel, Turquía, Francia y Alemania impulsando las mayores tasas de crecimiento. La tasa de interés por la Eurocup mejoró un 19% en los territorios donde está presente, con Grecia, España, Turquía e Italia impulsando las mayores tasas de crecimiento.