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De esguinces a luxaciones: las lesiones que alejan de la pista a los jugadores de baloncesto

Las lesiones son uno de los grandes rivales a los que se enfrentan los equipos de baloncesto. Los problemas físicos pueden mermar las plantillas dejando fuera de competición a algunos de sus mejores jugadores.

Foto Leyma Básquet Coruña

En el momento decisivo de la temporada en el que se acumula una mayor carga de partidos y el desgaste físico hace más mella, las lesiones pueden marcar la diferencia entre la victoria y la derrota. Más aún en un deporte tan intenso y exigente como es el baloncesto, en el que la agilidad, la velocidad y la fuerza son claves para competir al más alto nivel. Todo ello se traduce en demandas físicas elevadas que aumentan la posibilidad de sufrir lesiones

Los clubes trabajan para contar con todas sus piezas en el momento crítico de la temporada y que los mejores jugadores puedan afrontar los partidos decisivos en plena forma y para ello se apoyan en los servicios de Quirónsalud, como proveedor médico oficial de la ACB y de diversos clubes de baloncesto del país.

Las lesiones pueden poner en jaque grandes proyectos deportivos, sobre todo en los últimos meses de la temporada. La carga de partidos y el ritmo frenético al que están exigidos los equipos y los jugadores pueden provocar la aparición de todo tipo de problemas físicos o dolencias. Por eso, es importante que los jugadores y el cuerpo técnico conozcan cuáles son las dolencias más frecuentes generadas durante la práctica del baloncesto. “Hay que distinguir entre las lesiones traumáticas y las que se producen por sobreuso”, remarca el Dr. Carlos Lariño Calviño, médico del Hospital Quirónsalud A Coruña y del Leyma Básquet Coruña, club del que Quirónsalud es proveedor médico oficial. 

En el primer caso, hace referencia a todas aquellas que tienen que ver con el tobillo, las manos y la rodilla. En el tobillo, la más habitual es el esguince del ligamento peroneo astragalino, es decir, el lateral externo del tobillo. “Representan aproximadamente el 40 % de todas las lesiones en baloncesto. Ocurren parcialmente cuando un jugador aterriza sobre el pie de otro jugador o realiza un cambio brusco de dirección, provocando que el tobillo se tuerza hacia dentro”, agrega el Dr. Diego José Giménez Belmonte, jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Quirónsalud Murcia, proveedor médico oficial del UCAM Murcia CB. 

 

 

“Los esguinces de tobillo representan el 40% de todas las lesiones en baloncesto”

 

También son muy frecuentes todas aquellas lesiones que tienen que ver con los traumatismos de la mano, por recibir mal un balón o por los choques con las canastas. Son las famosas capsulitis interfalángicas, esguinces interfalángicos, luxaciones o, en el peor de los casos, fracturas de las falanges de la mano. 

Por último, las lesiones de rodilla, si bien son menos frecuentes, pueden ser más graves. Desde esguinces de rodilla hasta meniscopatías o incluso roturas de ligamento cruzado anterior. “Estas suelen producirse durante movimientos de pivote, aterrizajes incorrectos tras un salto o cambios bruscos de dirección”, explica el Dr. Giménez Belmonte. 

Las lesiones que afectan al ligamento cruzado anterior son hasta entre dos y ocho veces más frecuentes entre las mujeres por sus características anatómicas y fisiológicas específicas. Para el doctor del Hospital Quirónsalud Murcia, esto es “debido a factores anatómicos, como un mayor ángulo Q o una pelvis más ancha; hormonales, con fluctuaciones durante el ciclo menstrual; y neuromusculares, por un menor control del valgo dinámico de la rodilla”.  Además, las mujeres acostumbran a tener un mayor riesgo de fracturas por estrés y una mayor prevalencia de inestabilidad rotuliana.

Respecto a las lesiones por sobreuso, los jugadores veteranos son los más susceptibles de sufrirlas. Sobre todo, suelen experimentar tendinopatía rotuliana, también llamada la rodilla del saltador. El médico del Leyma Básquet Coruña señala que, como “están saltando todo el rato y reboteando, existe mucha patología degenerativa a nivel del tendón rotuliano”. Asimismo, son muy frecuentes la tendinopatía aquilea y la fascitis plantar. 

 

De los desequilibrios a una mala técnica: ¿qué causa las lesiones?

Como sucede en cualquier deporte, las lesiones pueden ser causadas por todo tipo de motivos que involucran o no a los deportistas. Esto es lo que los médicos clasifican entre factores intrínsecos y extrínsecos. Entre los que dependen del propio deportista están los anatómicos. “Hay gente, por ejemplo, que genéticamente tiene un pie plano; otros tienen genéticamente un valgo de rodilla y entonces son más propensos a determinados tipos de lesiones”, agrega el Dr. Lariño.

A ello hay que añadir el historial de lesiones de cada jugador. Aquellos que han experimentado más dificultades físicas son más propensos a volver a lesionarse. Otros factores como la flexibilidad o la condición física también pueden contribuir a evitar las lesiones. Por ello, los desequilibrios musculares, los déficits de fuerza, las alteraciones biomecánicas o la fatiga neuromuscular pueden ser decisivos para provocar una dolencia que frene en seco la temporada de un jugador. 

 

 

Los factores externos atienden desde circunstancias más fortuitas y dependientes de la suerte, como pueden ser la superficie de la pista, a otras que dependen del tipo de entrenamiento o material deportivo utilizado. Por eso es tan importante que el calzado elegido por cada jugador se adapte a sus condiciones físicas y de juego. Asimismo, la carga de entrenamientos o de partidos también suele provocar muchas de las lesiones musculares que se producen a lo largo de la temporada.

La técnica es otro de los elementos más importantes para que el jugador pueda competir en plenas condiciones. Una buena técnica en movimientos clave durante el juego, como son los saltos, los cambios de dirección o las caídas, puede marcar la diferencia entre sufrir lesiones o evitarlas. Para evitar todos estos inconvenientes, se recomienda que se desarrollen programas de prevención que conciencien a los jugadores, ya en su etapa de formación, de los factores que influyen en una lesión. 

 

Del descanso a las terapias de recuperación

Independientemente del tipo de lesión o dolencia que sufra el jugador, existen una serie de técnicas que ayudan a acelerar las fases de recuperación. Si bien, tal y como apunta el Dr. Lariño, “lo que más recupera después de un partido es ganar”, el segundo factor más importante es el sueño. “Incluso si algún jugador necesita algún tratamiento para poder conciliar mejor el sueño, lo utilizamos, porque el sueño es fundamental para la recuperación”, añade el médico del Hospital Quirónsalud A Coruña. A ello se le suma la importancia de la nutrición y de una buena hidratación.

En cuanto a las terapias, la crioterapia y la termoterapia contribuyen a mejorar la fatiga muscular, la electroterapia ayuda a que los músculos se recuperen antes y la presoterapia, la masoterapia y las cámaras hiperbáricas son una óptima solución para la recuperación muscular.

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