Dorna Sports está un paso más cerca de recuperar la sostenibilidad económica que perdió por la Covid-19. La compañía propietaria del Mundial de Motociclismo y Superbikes redujo sus números rojos en 2021 tras las importantes pérdidas de 2020, en el que asumió un golpe de 94,5 millones de euros para asegurar que los campeonatos se desarrollaran con cierta normalidad. A la contención del gasto se le ha unido una recuperación de los ingresos, que crecieron por encima del 20% y superaron los 250 millones de euros, según explica su director financiero y de operaciones, Enrique Aldama, a 2Playbook. El objetivo es alcanzar el break even en 2022.
Hay que tener en cuenta que la gestora de la competición se vio muy golpeada en 2020 por la falta de público y la reducción en el pago tanto de las cadenas televisivas como de los patrocinadores. Esta situación mejoró notablemente en 2021, cuando el principal escollo para Dorna Sports fue la medida adoptada de no cobrar el canon a los circuitos por la escasez de público como consecuencia de las distintas olas de la pandemia que se fueron sucediendo durante el año. Hay que tener en cuenta que un tercio de los ingresos de la compañía proceden de estos fees.
¿El objetivo de Dorna Sports para 2022? Como mínimo, igualar las cifras del pasado ejercicio, tanto en términos de negocio como de regreso a los números negros. Que las ventas sean mayores y vuelvan a superar los 300 millones de euros, hito que logró en 2019, dependerá de la evolución de las restricciones sanitarias. Si se mantienen las reducciones de aforo o incluso se impide la presencia de público, la situación de normalidad no podrá recuperarse hasta al menos 2023.
De ahí que, desde la dueña del mundial de MotoGP, remarquen que la evolución de 2022 estará muy ligada a la afluencia de público a los circuitos, pues en función de eso decidirá si mantiene la condonación del pago del fee a los promotores de los grandes premios, que sin ticketing no tienen opción de recuperar la inversión realizada. Si se produce el escenario favorable, Dorna Sports tiene garantizado un crecimiento en este ámbito, tras renovar al alza los contratos como los que mantiene con el Circuit de Barcelona-Catalunya, que pasará a pagar nueve millones de euros anuales, frente a los 4,5 millones de euros que había pagado los años anteriores, como adelantó 2Playbook.
Esta subida responde al aumento de la demanda que ha habido durante los últimos años por parte de otros países y circuitos, especialmente de Asia y Oriente Medio, para atraer un mayor número de carreras. Por el momento el Mundial de Motociclismo cuenta con un calendario estable de 21 carreras para su nueva temporada, que comenzará el próximo mes de marzo, y que supondría un horizonte positivo para Dorna, especialmente en cuanto a los ingresos televisivos se refiere.
En 2021, la gestora de la competición logró recuperar la parte de los ingresos correspondiente a los derechos televisivos, que volvieron a los niveles previos a la pandemia de Covid-19. Esto fue posible gracias a la celebración de todas las carreras que había previstas, aunque este número se encontrara por debajo de lo que deseaba la propia compañía. En la pasada temporada se celebraron 18 carreras, frente a las 21 que ya hay programadas para la edición de 2022. Con continuidad en el calendario y recurrencia en las retransmisiones y la producción de contenidos adicionales, las penalizaciones asumidas en 2020 se fueron difuminando, pues las plataformas recibieron sin problemas el producto audiovisual pactado.
Las carreras de la nueva edición del Mundial de Motociclismo tendrán lugar en cuatro continentes, a la espera de cómo evolucione la pandemia. Así, los pilotos rodarán en esta temporada en los circuitos de Asia (Japón, Malasia, Tailandia), Argentina y Australia, los cuales llevan sin acoger un gran premio desde 2019. Además, el campeonato contará en 2022 con 24 pilotos, dos más que en la edición anterior.
Así, Dorna Sports fía un nuevo salto de ingresos para la temporada de 2022 a la vuelta del público a los circuitos, lo que permitirá mantener el canon, la recuperación de los patrocinios que se resistieron como consecuencia de la pandemia y la vuelta a la ‘normalidad’ de los derechos comerciales de retransmisión, que se llegaron a resentir un 34,8% en la temporada de 2020.
Hacia la sostenibilidad económica
En el plano financiero, otro de los frentes activos de la compañía dirigida por Carmelo Ezpeleta es la refinanciación de 975 millones de euros de deuda que vencía en 2024. La operación se ha puesto en marcha aprovechando que la temporada deportiva aún no ha comenzado, y con el objetivo de conseguir un nuevo calendario de vencimientos a largo plazo, de al menos siete años, según Aldama.
El banco coordinador de la operación es BNP Paribas, junto a Citi, JP Morgan, Nomura y Société Générale, que completarán la agrupación. El responsable financiero confía en que la situación de los mercados les permitirá rebajar el coste actual de su deuda, con el foco puesto en que el pacto con las entidades financieras se materialice durante el primer trimestre de 2022.
Gracias a esta nueva refinanciación la gestora se garantiza una sólida posición de caja, que al cierre de 2020 se situaba en 189,38 millones de euros. “Teníamos una situación de tesorería cómoda, pese a las pérdidas y haber realizado los eventos”, sostiene Aldama. Y la nueva financiación debe apuntalar aún más esa posición, permitir afrontar nuevas inversiones y, si lo deciden Bridgepoint, CPPIB y el resto de consejeros, repartir dividendos. “Es algo que debíamos contemplar en la documentación para los bancos si queremos hacerlo en algún momento”, argumenta Aldama, que asegura que no es algo que esté decidido.
En el plano societario, y siguiendo la estrategia de aumentar su eficiencia económica, el dueño de MotoGP optó el pasado octubre por liquidar su filial logística DWW Freight Services, que estaba domiciliada en Ámsterdam y en su día se creó para gestionar la organización de los viajes de los equipos durante el Mundial.
Esta actividad no cesa, pero de ahora en adelante se gestionará directamente con el mismo equipo, pero dentro de la propia compañía. En la práctica no supone ningún cambio trascendental, más allá de que sus operaciones ahora tributarán en España en lugar de Países Bajos, un territorio con una menor presión fiscal y donde muchas multinacionales tienen basados sus centros logísticos.
Tras esta simplificación societaria, Dorna Sports controla International Event Services, dedicada a la comercialización de servicios publicitarios, y Dorna Worldwide, que promociona espectáculos deportivos; ambas tienen su sede en Madrid. También está Dorna Italy Holding, basada en Roma y de la que depende una sociedad que apoya la organización y promoción del Mundial de Superbikes.
En los últimos meses, la compañía ha renovado muchos de los acuerdos que tenía con algunos de sus grandes premios. Este es el caso del Gran Premio de Argentina, que ha firmado hasta 2025, o el del Circuit de Barcelona-Catalunya. Además, la propietaria del Mundial de Motociclismo también ha renovado sus contratos con algunas de sus principales constructoras como es el caso de Yamaha, Suzuki o Ducati. Dorna Sports también ha extendido su acuerdo con la empresa de relojería helvética Tissot, que incluirá una mayor presencia de la compañía en el apartado comercial del campeonato.