Dorna Sports avanza en su regreso a la normalidad, pero sigue en pérdidas. El dueño de MotoGP logró recortar a más de la mitad las pérdidas en 2021, pasando de 94,5 millones a 44,8 millones de euros. Y lo hizo tras sí lograr alcanzar unos niveles de ingresos previos a la Covid-19, con 310 millones de euros, lo que supone una mejora interanual del 48,8%, según consta en las cuentas individuales de la empresa española, a las que ha accedido 2Playbook.
Se trata de un volumen de negocio récord, pero que no bastó para hacer frente a los costes recurrentes de la organización de todas las pruebas de motociclismo, así como absorber los costes extraordinarios que se han ido asumiendo durante la pandemia. De hecho, el director financiero y de operaciones, Enrique Aldama, ya explicaba a principios de año que todo dependerá de las decisiones de apoyo que se adopten con los circuitos, cuyos fees suponen un tercio del negocio.
De momento, el consumo de mercaderías se disparó un 24,5% interanual, hasta 144,7 millones, pues los costes logísticos y las medidas sanitarias adoptadas fueron asumidas por la competición. Y no es algo menor, puesto que el traslado de los campeonatos a distintos países de forma constante supone el grueso de los costes. Además, el gasto en personal pasó de 27,6 millones a 30 millones de euros.
A estos importes se suman los pagos anuales que realiza Dorna a la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), que en 2021 ascendieron a 80,9 millones de euros por los derechos de organización que tiene hasta 2041. En total, las amortizaciones se mantuvieron en torno a 147 millones de euros.
El grupo liderado por Carmelo Ezpeleta admite en la memoria anual que, debido a “la situación cambiante e impredecible de los acontecimientos”, resultaba difícil en el inicio de 2022 si este será el del regreso a la rentabilidad. “Con el todavía existente grado de incertidumbre a la fecha de formulación de las presentes cuentas anuales no es posible realizar una estimación cierta”, sostiene, si bien lo que sí se logró es generar ya un ebitda positivo de 120 millones de euros.
No es un aspecto menor, pues la situación del negocio, unido a los contratos a largo plazo con la FIM para explotar MotoGP, Superbikes y MotoE han sido pilares para cerrar la refinanciación de deuda, ampliando el límite disponible de 890 millones a 975 millones de euros. Además, se ha ampliado el plazo de vencimiento en cinco años, pasando de 2024 a 2029. De este modo, la compañía española gana tiempo para recuperar la rentabilidad y absober las pérdidas provocadas por la Covid en su negocio, que por ahora ascienden a 139,3 millones.
La nueva financiación, que empezó a negociarse en enero de este mismo año, ha supuesto cambiar de banco agente, situando a BNP Paribas al frente. Además, se ha cancelado el tramo en dólares y se ha referenciado todo al euro, en un momento de paridad en el valor de ambas monedas. En cuanto a los recursos disponibles, a la financiación de 820 millones se ha unido una ampliación de la línea de crédito revolving, pasando de 10 millones a un máximo de 60 millones de euros.
Estos recursos deben servir para avanzar en la evolución tecnológica del producto, uno de los puntales de MotoGP que la han situado a la vanguardia en cuanto a las retransmisiones deportivas. Pero también para avanzar hacia una mayor diversificación de países en el calendario con la incorporación de pilotos de muchas más nacionalidades, reduciendo el peso que hoy tienen Europa y, en especial, España e Italia.
De los 310,9 millones de facturación en 2021, un 28,5% se generó en el mercado nacional, donde se vienen disputando cuatro grandes premios cada año, por otro 30% que procedió de la Unión Europea (UE). De ahí la importancia de la ampliación del número de carreras del Mundial, pero sobre todo una actualización de los precios que pagan muchos de los trazados. Sin ir más lejos, en España ha logrado incrementos de fee de hasta el 50% para los próximos años, con 112,2 millones de euros hasta 2026.
Si se analiza la presencia actual de los circuitos españoles en el calendario, estos representan un 19% de las carreras que MotoGP celebrará en la actual temporada. Esta cifra, junto al Gran Premio de Portugal (Algarve) y los dos grandes premios que se celebran en Italia (San Marino y Mugello) suponen un tercio de las competiciones que se llevarán a cabo en el calendario oficial de 2022. Este es uno de los motivos por los que Dorna ha optado por establecer a partir de 2023 un sistema de alternancia que afectará a los trazados de la Península Ibérica.
Muestra de la recuperación del negocio es que la comercialización de derechos, tanto de televisión como patrocinio, aportó un 55% más, hasta 212,4 millones de euros. Los servicios televisivos, donde se recogen sus sistemas de publicidad dinámica durante las retransmisiones de sus competiciones y de terceros, mejoraron un 24%, hasta 36,2 millones de euros. Los servicios publicitarios también avanzaron, en este caso un 45%, hasta 60,7 millones de euros.
Entre las razones del avance está el crecimiento audiovisual de MotoGP, que ha ido renovando la mayoría de sus contratos y ha buscado fórmulas híbridas como la de España, donde conviven retransmisiones en la televisión de pago con la presencia de algunos grandes premios en el abierto. “La cobertura televisiva en directo del Campeonato en el año 2021 cubrió un total de más de 200 países. El número de horas de programación alcanzó la cifra de 32.864 horas durante la temporada. Durante la pasada temporada las imágenes de MotoGP llegaron a 450 millones de hogares a través de las retransmisiones televisivas”, asegura la empresa.