Los coches de las Nascar Cup Series calientan motores para debutar este fin de semana sobre el histórico circuito de Daytona. La competición estadounidense dará el pistoletazo de salida a una temporada que servirá para lanzar su expansión internacional, con la que será su primera prueba más allá de las fronteras de Estados Unidos. En pleno furor por la Fórmula 1 en Norteamérica, y cuando más cruenta se presenta la batalla por las audiencias en el mundo del motorsport, el campeonato automovilístico por excelencia en el gigante norteamericano pone el foco en el extranjero.
La Nascar aterrizará en México el próximo junio como primer paso de un plan de internacionalización con el que espera ir “potencialmente tres o cuatro veces al año fuera de Estados Unidos”, tal y como explica su vicepresidente y director internacional, Chad Seigler, en conversación con 2Playbook. El reto no es convertirse en un campeonato del mundo como la Fórmula 1, sino “hacer crecer la marca fuera de Estados Unidos” y tener presencia en los mercados en los que hay afición por el motorsport.
¿Cuál es el modelo de negocio de la Nascar?
Con más de 75 años de historia, la Nascar es la competición de carreras más importante de Norteamérica. La compañía que la gestiona sigue bajo el mando de la familia France, que la fundó en 1948, y tiene en la venta de derechos audiovisuales su principal fuente de ingresos. La Nascar prevé alcanzar una facturación de 1.800 millones de dólares (1.734 millones de euros) en los próximos años, según Sportico, y sólo con la televisión ya se ha asegurado 1.100 millones de dólares (1.059 millones de euros) anuales hasta 2031. En este nuevo ciclo ha renovado con Fox Sports y la NBC Sports, además de sumar a Amazon Prime Video y TNT Sports como nuevos socios de retransmisión. En España, sus carreras pueden verse en Dazn.
El negocio comercial es otra de las patas más importantes de su modelo de negocio, con marcas como Busch Light, Coca-Cola y Xfinity como socios principales y ABB, American Express, Ally, Chevrolet, Ford, Hilton o BetMGM como algunos de sus patrocinadores oficiales. La competición generó 362,3 millones de dólares (349 millones de euros) por esta vía en 2024, según un informe de Global Data. Aun así, la cifra cayó un 16% interanual el pasado año.
Sólo con la televisión se ha asegurado 1.100 millones de dólares (1.059 millones de euros) anuales hasta 2031
La expansión internacional es una oportunidad tanto para que la competición aumente su cartera de patrocinadores, como para que las propias marcas puedan activar su alianza en nuevos mercados. “Uno de nuestros objetivos es que cuando llevemos la Nascar a otro país, nuestros patrocinadores puedan utilizar esa experiencia para hacer crecer su negocio en esos países”, señala Seigler.
El resto de ingresos hacen referencia al ticketing de las carreras, así como el merchandising. Nascar es la propietaria de 14 de los circuitos en los que compite, tras adquirir International Speedway Corporation en 2019, por lo que gestiona en su totalidad la venta de entradas de estos trazados y tiene un mayor margen de maniobra para homogeneizar o adaptar la oferta a cada mercado, especialmente en lo que se refiere al hospitality. Del resto, debe pagar un fee a los propietarios por su utilización.
¿Cómo se reparten los ingresos entre los equipos?
La Nascar opera bajo un sistema de franquicias en el que desde 2016 los equipos poseen un charter que les garantiza su lugar en el campeonato. Bajo este modelo, los equipos se aseguran una mayor estabilidad financiera y posibilidades de elevar sus ingresos durante la temporada. Los charters están valorados entre 25 millones y 30 millones de dólares (entre 24 y 29 millones de euros) y garantizan poder competir en todas las pruebas con tres coches, así como acceso a la bolsa de premios de la competición. Se calcula que cada equipo percibe entre 8 millones y 9 millones de dólares (entre 7,7 millones y 8,7 millones de euros) por temporada por esta vía.
En la actualidad, existen 36 charters y cada uno de ellos está sujeto a unos mínimos de rendimiento deportivo. La parrilla la completan otros equipos independientes o pilotos invitados que sólo compiten en una carrera. Si un equipo con esta especie de licencia encadena tres carreras seguidas entre los tres peores, la Nascar puede optar por no renovar su contrato.
¿Por qué Michael Jordan ha denunciado a la Nascar?
La competición renovó el pasado septiembre el sistema de charters hasta 2031 con la oposición de dos equipos del campeonato, el 23XI Racing, propiedad de Michael Jordan, y el Front Row Motorsports. El motivo de la discordia es el reparto de ingresos, puesto que los equipos tan sólo percibían el 37% de los ingresos audiovisuales del campeonato, alrededor de un cuarto de los ingresos totales que genera la competición. Se calcula que un 65% de los ingresos se destina a los circuitos y un 10% se lo queda la Nascar. Con el nuevo acuerdo, que va en paralelo al nuevo contrato televisivo, se calcula que el porcentaje para los equipos ya se sitúa por encima del 40% de los ingresos audiovisuales.
Curtis Polk, copropietario de 23XI Racing y asesor de Michael Jordan, señaló que “es increíble que la gente que sale a entretener a los aficionados y compite cada fin de semana y arriesga sus vidas sólo obtenga el 3% de los ingresos brutos del deporte. Cuando me enteré de esto, me di cuenta de que era necesario revisar el sistema”. Ambos equipos presentaron una demanda antimonopolio contra Jim France, consejero delegado de Nascar, ante el Tribunal del Distrito de Estados Unidos.
Las escuderías acusan a la Nascar de lograr su dominio gracias a prácticas anticompetitivas y excluyentes que dejan a muchos equipos, incluso a los más exitosos, en una situación económica vulnerable. Entre estas prácticas, destacan las condiciones de exclusividad exigidas a cada uno de los equipos, lo que les impide participar en carreras fuera del circuito de la Nascar. La Justicia concedió la cautelar a ambos equipos, logrando así asegurar su charter al menos para 2025.
El rey del motor en América, desconocido en el resto del mundo
Drive to Survive despertó definitivamente el interés de la audiencia norteamericana por la Fórmula 1, amenazando la posición de dominio en el motorsport de la Nascar. Pese a ello, la Nascar sigue liderando las audiencias en Estados Unidos, atrayendo la mayoría de la atención mediática con alrededor de 3 millones de espectadores de media por carrera en el país. De hecho, los acuerdos audiovisuales de la Nascar en su mercado local son 13 veces superiores a los de la F1 en este país.
Ahora bien, la tarea pendiente es la internacionalización. El 99% de sus ingresos audiovisuales procede de Estados Unidos y Canadá, por lo que el valor de los derechos fuera de sus fronteras es muy bajo. En España, Dazn es la propietaria de los derechos y emite tanto las Nascar Cup series como las Nascar Xfinity Series y las Nascar Craftsman Truck Series, categorías de respaldo de la serie principal.

De ahí que el foco en esta nueva era sea llegar a nuevos mercados, con los que aumentar su audiencia y diversificar sus ingresos. Como principal impulsor de este plan de expansión, Seigler está en conversaciones con diferentes circuitos para seguir los pasos de México y unirse al calendario en los próximos años. Entre ellos, Canadá y Brasil se posicionan como los más cercanos, pero el directivo tampoco descarta su llegada a Europa.
Precisamente, la Nascar cuenta con series internacionales en México, Canadá, Europa y, desde hace tres años, Brasil, que funcionan como plataforma para fomentar el talento joven y acceder al resto de categorías. En la Euro Nascar el Circuito Ricardo Tormo de Cheste, Valencia, organiza una de las pruebas. Además, una de las particularidades de la Nascar es que no sólo corre en circuitos convencionales, sino que también organiza pruebas en estadios de fútbol o recintos urbanos, lo que puede facilitar aún más la búsqueda de nuevos destinos.
“Lo que no queremos hacer es ir a un lugar, estar allí un fin de semana y marcharnos. Queremos asegurarnos de que cuando llegamos a un mercado, sea donde sea, la gente sepa que hemos invertido y que nos preocupamos por ese mercado”, explica.
Formatos revolucionarios para cautivar al público joven
En comparación con la Fórmula 1, la Nascar cuenta con una audiencia más envejecida. El 34% de los espectadores en Estados Unidos tiene entre 55 y 64 años, mientras que, en el caso del circo del motor, sólo el 26% de sus fans en el país se encuentra en esa franja de edad. Unos datos que han hecho saltar las alarmas en el seno de la organización dirigida por la familia France.
En consecuencia, la Nascar ha virado su estrategia para captar a nuevas audiencias y rejuvenecer las gradas de los circuitos. Para ello, no ha dudado en arriesgar con formatos innovadores que permitan atraer las miradas de los más alejados al motorsport. Inspirado en el éxito de la NBA, la competición estrena este año su propio In Season Tournament. Se trata de un campeonato de eliminatorias que enfrentará a los 32 pilotos mejor clasificados en la temporada mediante emparejamientos hasta llegar a una prueba final en la que el vencedor se embolsará un millón de dólares. “Es una forma adicional de que la gente quede atrapada a la Nascar en una ventana más corta”, explica Seigler.
Por otro lado, la competición también busca explotar nuevas oportunidades a nivel audiovisual gracias a su nuevo acuerdo de televisión que incluye por primera vez una plataforma de streaming como Amazon Prime Video como tenedora de los derechos. “Nos da más oportunidades para llegar no sólo a nuestro principal aficionado, sino potencialmente llegar a un nuevo aficionado. Hay una nueva audiencia para la Nascar si nos hacemos un hueco por esa vía”, agrega. Para ello, la difusión de contenidos en las redes también será clave. Más aún teniendo en cuenta que una carrera de la Nascar puede durar entre dos y cuatro horas, lo que aleja a los consumidores más jóvenes. Para innovar en la difusión de contenidos, la Nascar ha invertido 53 millones de dólares (51 millones de euros) en una nueva planta de producción audiovisual en Carolina del Norte.
Sobre Intelligence 2P
Intelligence 2P es la unidad de estrategia e inteligencia de mercado de 2Playbook, cuya plataforma de datos monitoriza en tiempo real el negocio de 60 clubes de LaLiga, Liga F y Primera Rfef; 200 clubes de ligas europeas; 22 clubes de ACB y Primera FEB.
La plataforma también contabiliza la asistencia a todos los eventos deportivos, de entretenimiento y música en España, así como más de 25.000 contratos de patrocinio en el mercado español y otros 7.000 contratos de las ligas europeas y norteamericanas de fútbol y baloncesto, segmentados por competición, tipología de activos, marcas, categorías de producto y valor económico aproximado de cada acuerdo. Si quieres más información, contacta con nosotros a través de intelligence@2playbook.com.