La Liga Asobal será profesional a partir de la próxima temporada. Así lo ha aprobado la comisión directiva del Consejo Superior de Deportes (CSD), que ha aclarado en su comunicado que el torneo depende de la Real Federación Española de Balonmano (Rfebm). La calificación como profesional, eso sí, dará mayor independencia al torneo respecto al organismo federativo.
La profesionalización de Asobal a partir de la próxima campaña se produce después de que el pasado 9 de junio los clubes aprobaran por unanimidad el nuevo estatus de la categoría, que, como ya avanzó 2Playbook, obtuvo el visto bueno por parte del CSD. Así, la Asobal se convierte en la primera competición de balonmano considerada profesional en España y en la cuarta liga en tener esta consideración, tras LaLiga, la ACB y la Liga Profesional Femenina de Fútbol. De este modo, los clubes podrán gestionar la Primera División del balonmano español. La asociación busca triplicar hasta 3,8 millones de euros el negocio de la competición hasta 2026.
“Se trata de un nuevo hito para nuestro deporte”, ha resumido José Manuel Franco, secretario de Estado para el Deporte. “La profesionalización fortalecerá la economía de los clubes incidiendo de manera positiva en la preparación de los jugadores, y eso hará que obtengamos mejores resultados en las competiciones, también internacionales”, ha añadido.
Este paso delante de Asobal no se hubiera producido de no ser por dos claves: la garantía de que el torneo se emitirá por televisión y la certeza de que se instaurará el control económico. La primera cuestión, que ha llevado a enfrentamientos entre la gestora y la Rfebm en los últimos tiempos, se solucionará con el respeto de los acuerdos vigentes con LaLigaSportsTV y Teledeporte (Rtve) para el próximo curso. De cara a 2023-2024 se lanzará un nuevo tender por parte de la profesionalizada Asobal. El segundo punto también está garantizado, ya que la Asobal implantará un control económico entre sus clubes, tal y como exigía el CSD.
De este modo, los clubes de balonmano ven cumplida una de sus reivindicaciones, que hasta ahora no había sido posible porque en la Ley del Deporte en vigor se apunta, salvo excepciones, la obligatoriedad de convertir los clubes en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) para poder competir en el deporte profesional. Después de que se eliminara esta exigencia, en los Presupuestos Generales del Estados (PGE) de 2022, se facilitará la concesión de esta categoría a más competiciones.
Sin ir más lejos, la Lnfs ha solicitado este jueves al CSD recibir esta misma calificación, lo que supondría que los clubes recuperaran la gestión de una competición que ahora controla la Real Federación Española de Fútbol (Rfef).