Málaga reúne por segunda vez a las ocho mejores selecciones del mundo para celebrar el desenlace de la Copa Davis. La cita espera superar los 143 millones de impacto económico de la pasada edición mientras tenistas como Novak Djokovic o Jannick Sinner buscan hacerse con la “ensaladera” y suceder a Canadá como país campeón. En este contexto, la Federación Internacional de Tenis (ITF) juega un partido todavía más importante: el de hacer rentable un torneo que Kosmos abandonó, precisamente, por no cuadrar los números.
Se trata de la primera Copa Davis sin la organización de Kosmos después de tres años al frente de la competición. La empresa presidida por Gerard Piqué rompió el contrato con la ITF tras no alcanzar un acuerdo para rebajar el canon anual, que el año pasado ascendió a 32,3 millones de euros y que en esta edición aumentaba a 36 millones. Una cifra demasiado elevada para el retorno que generaba, según Kosmos.
Está por ver cómo cubrirá la ITF ese roto en el negocio, puesto que el fee que pagaba la gestora era el principal generador de ingresos del ente regulador del tenis internacional. La Federación, que ha asumido el control del torneo y ha contratado a Tennium para gestionar esta edición, es consciente de que en el tablero no existe un operador que pueda llenar, a corto plazo, el vacío económico que deja Kosmos. Sin ir más lejos, la empresa del exfutbolista catalán se comprometió a invertir 3.000 millones en 25 años para impulsar la competición y liderar un cambio de formato que, por el momento, permanece.
Eso sí, la ITF cuenta con un colchón de 25,4 millones de euros cobrado a Kosmos por haber finalizado el contrato de licencia de la Copa Davis de manera anticipada. Así se desprende de las cuentas anuales analizadas por 2Playbook Intelligence, la unidad de inteligencia y datos de mercado de 2Playbook. Es más, el pago de esta fianza hizo que el holding de Piqué sufriera unas pérdidas de 24 millones de euros en el último año.
Que la ITF haya echado mano de Tennium es un movimiento con el que busca generar el mayor negocio posible. La compañía cuenta con credenciales que la avalan: ya gestiona citas como la Hopman Cup, el Barcelona Open Banc Sabadell, y la fase de clasificación de la Davis en Valencia, entre otras competiciones del mundo de la raqueta.
Si hay un socio que se ha mantenido fiel antes la marcha de Kosmos, ha sido el Gobierno andaluz. La Junta de Andalucía ha puesto sobre la mesa 12 millones de euros para organizar la Davis y la Copa Federación. A ello hay que sumar la aportación de la Diputación de Málaga y el Ayuntamiento de la ciudad, que pagan 1,2 millones y 1,5 millones al año, respectivamente, para que la capital de la Costa del Sol albergue la fase final. Un ejemplo más de cómo el deporte se ha convertido en un pilar básico de la estrategia de proyección internacional de Andalucía.
La asistencia a los partidos de la fase de grupos en Manchester, Split, Bolonia y Valencia fue de 95.239 aficionados, un descenso del 16%
La Davis no es una excepción. Este 2023, la región ha albergado la final de la Copa del Rey, la Solheim Cup, el LIV Golf y el European Tour, las finales de la Kings Cup y otros torneos profesionales, como SailGP. El principal motivo por el que la región busca albergar este tipo de eventos es, también atraer al público internacional, con el derivado impacto económico que deja.
La ITF confía en revertir los resultados de la fase de grupos, en la que la asistencia a los partidos en Manchester, Split, Bolonia y Valencia fue de 95.239 aficionados, un descenso del 16%. El Martín Carpena puede acoger un máximo de 60.000 fans, con un límite de 12.000 por jornada. El encuentro de cuartos de final entre la Serbia de Djokovic y la Gran Bretaña de Murray es, a día de hoy, el partido más vendido con poco más de 700 entradas disponibles. Que una gran estrella alcance la final, especialmente en un año en que España no cuenta con una raqueta que atraiga a las masas como Rafa Nadal o Carlos Alcaraz, se antoja vital para atraer al público al pabellón.
Una tendencia muy diferente es la que está experimentando la Davis en las redes sociales, pues en un año la fase de grupos ha más que doblado la cifra de impresiones hasta 71,2 millones. Las finales de Málaga se transmitirán para 169 países, con Movistar como ventana audiovisual en España. Un escaparate, también, para los patrocinadores. La ITF cuenta con 12 espónsors para la cita, que tiene a las españolas Juvé & Camps y Cervezas Victorias como socios principales. Otras marcas que están comprometidas con la competición son Lexus, y las españolas Sporttips y Joma, entre otras.