Los intermediarios han sufrido también el impacto de uno de los peores mercados de fichajes que se recuerdan. Las comisiones por traspasos se desplomaron un 24,2% interanual y se situaron en 496,2 millones de dólares, cayendo por debajo de la barrera de los 500 millones que superó hace tres años. Es una caída muy similar a la del volumen de traspasos, que bajó un 23,9%, hasta 5.592 millones de dólares.

El grueso de la factura continúa correspondiendo a los equipos compradores, que desembolsaron 325,9 millones de dólares, un 23,4% menos. Los destinatarios del futbolista pagaron un 25,7% menos, hasta 170,3 millones de dólares. Eso sí, hay una fuerte disparidad en función de la relevancia del movimiento y el país.

De entrada, el grueso del negocio de estas agencias está en las cinco grandes ligas, que concentraron el 79,9% del gasto. Eso sí, España es el sexto país en el que menos se pagó en 2020, con 31,1 millones de dólares, por debajo de Inglaterra (110 millones de dólares), Italia (87,9 millones de dólares), Portugal (69,2 millones de dólares), Alemania (64 millones de dólares) y Francia (34,3 millones de dólares).

Los casos de la Primeira Liga y la Ligue-1 son los más curiosos, pues son las dos competiciones en las que se registró un mayor gasto de los clubes vendedores que por parte de los compradores. ¿La razón? Son los que más se apoyan en agentes para colocar a los jóvenes talentos en las grandes ligas.

La Fifa señala en un informe sobre esta actividad que “en más del 90% de los casos, los intermediarios del club recibieron menos de un millón de dólares en comisiones, siendo el escenario más común entre 10.000 dólares y 100.000 dólares”. Eso sí, las 137 operaciones en las que la comisión superó el millón de dólares representaron el 65,5% de la factura, pese a que sólo suponen el 0,8% de todas las compraventas.

Los datos del estudio revelan una mayor presencia de esta figura a medida que los ingresos fijos del futbolista son más altos. Cuando cobran más de cinco millones de dólares, la representación está en el 44,9% de los jugadores, un porcentaje que baja 24,2% entre quienes cobran entre 100.000 dólares y un millón de dólares.

Su aparición también es mucho más frecuente cuando se trata de un traspaso y no de un agente libre, pues agencias como las de Jorge Mendes o Jonathan Barnett han sabido crear redes con las que mover más fácilmente a los atletas. Según Fifa, “los jugadores han utilizado intermediarios aproximadamente tres veces más a menudo en transferencias permanentes (30,7%) que cuando acaban contrato (10,0%).