El deporte internacional continúa reaccionando ante la situación bélica provocada por Rusia en Ucrania. El último organismo en alzar la voz ha sido el Comité Olímpico Internacional (COI), que ha instado a las federaciones internacionales a trasladar o cancelar sus eventos deportivos en Rusia y Bielorrusia. La comisión ejecutiva del COI ha condenado enérgicamente las acciones del gobierno ruso, y ha incluido al gobierno bielorruso por su apoyo a los ataques. Les ha acusado de “incumplimiento de la tregua olímpica”.
El organismo ha recordado que esta tregua, acordada por los 193 Estados miembros de la ONU, dio comienzo siete días antes del inicio de los Juegos Olímpicos y tiene vigencia hasta una semana después de la clausura de los Juegos Paralímpicos. Atendiendo a que la cita paralímpica se celebrará entre el 4 y el 13 de marzo, resulta evidente que Rusia no ha cumplido con su palabra. Asimismo, el COI también pide que no se exhiba ninguna bandera nacional rusa o bielorrusa ni se interprete el himno de estos países en los eventos deportivos internacionales que no formen parte de las ya existentes sanciones de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) para Rusia por dopaje.
Algunas federaciones como Rugby Europe, reguladora del deporte del oval en el Viejo Continente, ha comunicado que suspende sus actividades en Rusia “hasta nuevo aviso”. Esta decisión, que cuenta con el apoyo de World Rugby, ya tendrá efecto este fin de semana. Aunque no se dispute en suelo ruso, el Georgia-Rusia que se debía disputar este domingo en Tiflis ha sido cancelado. Un encuentro importnate para el XV del León, que lucha por un billete para el Mundial de Francia 2023 en un grupo en el que está Rusia.
En otros deportes más lucrativos como el fútbol, los patrocinios rusos comienzan a tambalearse. Si ayer fue el Schalke 04 el que decidió retirar la imagen de Gazprom del frontal de la camiseta -aunque, por ahora, no ha supuesto la ruptura del acuerdo con la gasística rusa- hoy el Manchester United ha anunciado que ha roto el contrato de patrocinio que le unía a Aeroflot, aerolínea rusa de propiedad pública.
Por su parte, la Euroliga ha decidido reubicar los partidos que se tenían que disputar en tierras rusas. Los partidos como locales del Cska de Moscú, el Zenit de San Petersburgo y el Unics Kazán se disputarán fuera de Rusia, excepto los que jueguen entre ellos. Además, el partido entre el Cska y el FC Barcelona que debía disputarse el domingo 27 de febrero ha sido suspendido.
Los 18 equipos de la competición han acordado definir un plan para trasladar estos encuentros a otras sedes y que los partidos como visitante de los tres clubes rusos se disputen con normalidad en la sede correspondiente.
