La Premier League pone cifras oficiales al golpe que la Covid-19 provocó en sus cuentas. La gestora de la máxima competición del fútbol inglés cerró 2019-2020 con unos ingresos de 2.860 millones de libras (3.279 millones de euros), un 9,2% menos que en el ejercicio anterior. Se trata de un agujero de 291 millones de libras (333,6 millones de euros) que “en gran parte es debido a los reembolsos pagados a las televisiones” tras la suspensión de partidos entre marzo y junio, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil de Reino Unido.
El golpe no se ha trasladado al 100% a los equipos. En la memoria se indica que los pagos fueron un 10% inferiores, con 2.281 millones de libras (2.615 millones de euros), lo que en realidad supone una quita de 262 millones de euros (300 millones de euros). Con tal de evitar un default en más de un caso por la repentina necesidad de devolver dinero a las teles, “el impacto de caja en los pagos de los clubes se ha diferido”, señala la memoria.
En concreto, se les ha dado facilidades de pago por valor de 177 millones de libras (203 millones de euros) que los participantes de la última edición de la Premier deben pagar para hacer frente a esas quitas y que a 31 de julio de 2020 aún no se les había reclamado. Para entender la magnitud del golpe, basta recordar que este importe supera a los 160 millones que LaLiga ha detraído a sus equipos para compensar a sus socios audiovisuales entre 2019 y 2021.
Sky confirmó el pasado junio que recuperaría 170 millones de libras (194 millones de euros), y medios británicos elevaron la cifra a 246 millones de euros si se añaden las devoluciones a BT Sport y Amazon. La competición confiaba en recuperar parte del golpe con la venta de partidos bajo la modalidad pay-per-view (ppv), pero la oposición de los aficionados a pagar casi 17 euros por encuentro la obligó a dar marcha atrás. Finalmente, y a modo de compensación parcial, se aumentó el número de partidos disponibles para su emisión entre sus tres operadores en Reino Unido.
En cuanto a la Premier League, este no es el único movimiento para garantizar la liquidez de sus miembros, pues también incrementó de forma sustancial los adelantos que cada equipo recibe antes de iniciar la temporada. En esta ocasión, en total se repartieron 720 millones de libras (825 millones de euros). Se trata de un 15% más en adelantos en comparación con el curso anterior, muestra de los problemas de tesorería que afrontaron muchos clubes en verano.
El golpe lo evidencia el Big Six, donde sólo el Chelsea FC logró esquivar las pérdidas y obtuvo un beneficio de 32,5 millones de libras (36,2 millones de euros). Su rentabilidad contrasta con las pérdidas de Manchester United (25,4 millones de euros), Arsenal FC (55 millones), Tottenham Hotspur (71,5 millones) o Manchester City (148,3 millones de euros). El Liverpool FC no ha desvelado aún sus estados financieros, aunque nada hace presagiar ganancias cuando rivales menos dependientes de la taquilla también acabaron en rojo.
Ahora está por ver cuál será la nueva quita que los equipos ingleses deberán asumir. Si no hay cambios, el único roto que arrastrará la Premier es el de China, donde espera que ese agujero de 180 millones dejado por PPTV se aminore de forma mínima con el acuerdo para un curso que firmó con Tencent. La empresa se aferró al parón de las competiciones para dejar de pagar, importe que la Premier ahora trata de recuperar con una demanda en los juzgados. Si se suman otras devoluciones en el plano internacional, la quita en el extranjero subiría a unos 295 millones, según fuentes del mercado.