La Eurocup avanza en medidas financieras para sus clubes en plena batalla por el control de la Euroliga. La segunda competición europea, que el año pasado anunció un plan de choque para hacer frente a la BCL de la Fiba, ha presentado las nuevas medidas, que incluyen un presupuesto mínimo de 2,5 millones, controlar la deuda y ajustar el gasto en plantilla y el mecenazgo.
En primer lugar, no podrá participar ningún club que arrastre deudas con jugadores. Por otro lado, se limita el gasto en salarios al 65% del total del presupuesto. Este mismo porcentaje será el máximo que pueda aportar un mecenas, sea un club de fútbol o empresario. Finalmente, en un período de tres años, la deuda de los clubes no podrá superar el 10% del presupuesto total.
Las medidas han sido aprobadas por los veinte clubes de la competición, entre los que se encuentran Joventut y Gran Canaria. Esta era la primera reunión que se mantenía para definir la hoja de ruta tras aprobar el nuevo modelo el año pasado. La Eurocup confía en garantizar más partidos en casa para maximizar ingresos y oportunidades comerciales.
También se ha definido el modelo de distribución de ingresos, que no ha sido comunicado por la Eurocup. Se desconoce el reparto a los clubes y los criterios. Por otro lado, también deben reunirse los once clubes propietarios de la Euroliga y abordar decisiones clave como la continuidad de Jordi Bertomeu o la llegada de Dejan Bodiroga como nuevo presidente.