China quiere continuar poniendo al deporte como pilar central de su exposición global y palanca interna para la igualdad y la mejora de la salud. El gigante asiático se ha comprometido a construir hasta 30 centros de entrenamiento de fútbol en la próxima década con el objetivo de hacer crecer el fútbol femenino y, de paso, optar a acoger el Mundial femenino de 2031. Además, mantiene en pie su interés por los Juegos de Verano de 2036.
La última semana se celebró el Congreso del Partido Comunista Chino, quien gobierna el país y que ha formulado un plan de reforma del fútbol femenino en el país. Además de la inversión en centros de entrenamiento, en alianza con la federación nacional, se desarrollará una pirámide competitiva con 50 equipos repartidos en tres categorías. En ello ayudarán los clubes de élite del fútbol chino, que pondrán en marcha equipos femeninos.
“Para 2035, el nivel de participación y popularidad del fútbol femenino habrá aumentado significativamente y el fútbol será un deporte universal entre las mujeres”, destaca el gobierno chino en su macroproyecto.
Por otro lado, el gigante asiático optará a unos terceros Juegos Olímpicos y Paralímpicos en apenas treinta años. Comenzaron con Pekín 2008 y la misma capital del país acogió el pasado invierno los Juegos de Invierno de 2022. Ahora China aspira a ampliar la repercusión de la cita llevándolos a otras grandes capitales regionales como Shanghai, Chengdu o Wuhan, donde previsiblemente se generó la última pandemia mundial.