La candidatura Costa-Brava para coger la Ryder Cup en 2031 se complica. El proyecto, que tiene como objetivo que el torneo de golf que enfrenta a Estados Unidos (EEUU) y Europa se celebre en el PGA Catalunya, en Caldes de la Malavella (Girona), podría caerse tras ser rechazado por la Generalitat de Catalunya si este va vinculado a un plan urbanístico que incluye la construcción de 185 casas de lujo y un tercer campo de golf.
El gobierno catalán se muestra reacio a que se lleve a cabo un proyecto que abarcaría más de 230 metros cuadrados y que contaría con parcelas de hasta mil metros, debido al momento de sequía que vive el territorio, según ha informado El País. Asimismo, en un comunicado firmado desde la Federación de Organizaciones Empresariales de Girona (Foeg) y Pimec, la Cámara de Comercio, las asociaciones de cámpings, apartamentos y agencias de viaje, la Federación de Hostelería y la Mesa de Turismo, han defendido que organizar el torneo supondrá “una gran oportunidad”.
Hasta ahora, la candidatura contaba con el apoyo del Gobierno autonómico, que aportaría 96 millones de euros, y de la Diputación y el Ayuntamiento de Girona, que daría cuatro millones de euros. Además, el propietario del PGA Catalunya, el irlandés Denis O’Brien, se sumaría a estas inversiones con una aportación de en torno a 25 millones de euros, que estarían dirigidas a la construcción de un nuevo campo de golf que cumpla con los requisitos que exige la organizadora del torneo. El impacto económico previsto de la competición alcanzaría los 1.300 millones.