El pádel mundial ha enterrado el hacha de guerra tras una temporada de desencuentros, falta de acuerdo y levantamientos de la mesa de negociación. Fue en enero cuando el World Padel Tour (WPT), a través de su gestora Setpoints, y Premier Padel, controlada por el fondo Qatar Sports Investment (QSI), anunciaron que iniciaban una fase de acercamiento para desarrollar proyectos conjuntos. Ese proceso ha desembocado en un principio de acuerdo, por el que QSI, que tiene el apoyo de parte de los jugadores profesionales y la Federación Internacional, comprará una participación mayoritaria en la promotora española. El anuncio oficial se espera para las próximas semanas, cuando deberían resolverse también los interrogantes abiertos sobre el futuro de uno de los deportes más en auge en todo el mundo.
En primer lugar, ¿cuál será el circuito que permanecerá en el calendario? Aunque World Padel Tour ha creado una marca reconocida, todo apunta a que será la identidad de Premier Padel la que se mantendrá. Lo que está claro es que operará una única competición, que estará participada también por Damm, grupo cervecero que ha sido el principal impulsor del pádel a nivel profesional. Se desconoce qué porcentaje del capital tendrá el grupo tras la venta de Setpoint Events, tras acumular una inversión de 40 millones en impulsar la profesionalización de la disciplina, pero QSI controlará la mayoría.
¿Qué pasará con el equipo gestor de WPT? Es una de las principales incógnitas. Mario Hernando ha sido el director general del WPT desde julio de 2016, cuando se disputaban 16 torneos, trece en España, uno en Mónaco y otros dos en Argentina. Hoy, en su undécima edición, el circuito se disputa en 14 países y cuenta con 27 torneos. Como presidente está Ramón Agenjo desde 2017, y este año se ha incorporado el extenista Álex Corretja como adjunto a la presidencia. Su futuro en el circuito conjunto está por esclarecer.
También debe definirse el calendario, y este es uno de los principales interrogantes. Está por ver qué eventos se consolidarán, siendo los de Madrid, Barcelona y Málaga los más relevantes en suelo español por el canon que abonan las administraciones públicas para albergar estas citas, pero también por la cantidad de público que mueven. Sin ir más lejos, la final del año pasado la siguieron más de 12.140 personas en el Palau Olímpic de Barcelona.
Lo que sí parece claro es que se apostará por el modelo de explotación de Premier Pádel. Mientras que WPT alcanzaba acuerdos de manera directa con ayuntamientos, diputaciones y gobiernos autonómicos -llegando a facturar más de 4 millones de euros desde 2017-, Premier Padel llega a acuerdos con socios locales en cada mercado que se encargan de la organización y comercialización de los torneos. Por ejemplo, en España firmó una alianza con Octagon, que tiene los derechos de los eventos de este circuito en el país. La agencia de marketing creó Premier Padel Spain, una sociedad específica para explotar los derechos de organización y explotación del que hasta ahora es el único torneo que se disputa en España, el Madrid Premier Padel P1. Es decir, se encarga de firmar los acuerdos de sede, patrocinios, gestionar el ticketing… Un negocio que al WPT le generó 12,9 millones de euros en 2021 en todo el mundo.
Al margen de si se consolida o no la apuesta de Premier Padel por otorgar licencias de organización a las compañías que organizan los eventos, hasta ahora este circuito ha creado tres escalafones de torneos: los major, que reparten 525.000 euros en premios y 2.000 puntos; P1, que tienen un prize money de 300.000 euros y los vencedores suman 1.000 puntos, y P2, con una bolsa de premios de 150.000 euros y 500 puntos. Por debajo se encuentra la Cupra FIP Tour, que se encuentra en la base de la pirámide competitiva y pende de la Federación Internacional de Pádel.
Un negocio impulsado por Damm
Se estima que el grupo cervecero ha destinado más de 40 millones de euros desde que entró en el capital del circuito en 2014. Desde 2013, el número de federados en España se ha doblado hasta cerca de 100.000 jugadores con licencia, si bien la FIP contabiliza en casi 6 millones de personas el número de jugadores en España. Las últimas cuentas anuales de Setpoint Events cifraron en 13,7 millones de euros las pérdidas acumuladas del WPT desde entonces por los costes de organización y el incremento de la retribución a los jugadores. De ahí que la compañía inyectara 13,6 millones de euros para compensar estos números rojos. Ello, en un 2021 en el que se quedó al borde de alcanzar el break even tras triplicar sus ingresos.