La Bundesliga aparca sine die la entrada de un socio en su negocio internacional. La asamblea de clubes ha aprobado en asamblea extraordinaria “no continuar con las conversaciones en este momento”. Las razones de este cambio se desconocen, aunque todo apunta a diferencias en cuanto a la valoración y la gobernanza, pues en su comunicado admiten la necesidad de potenciar esta área.
La búsqueda de inversores fue encargada hace varios meses al banco de inversión Nomura, que puso sobre la mesa de la gestora del fútbol alemán las distintas “ofertas específicas” para adquirir una participación minoritaria, del 25%. A finales de año, la valoración que se manejaba del 100% del capital del brazo digital e internacional rondaba los 1.000 millones de euros.
“Las partes acordaron no revelar detalles de las ofertas”, sostiene la Bundesliga para no aclarar el por qué de esta decisión. De hecho, en su momento se activó este proceso porque “en el último año y medio habíamos sido contactados por varias firmas de capital privado que expresaban interés en una participación estratégica”.
La discusión de la asamblea pretendía “evaluar cuidadosamente las oportunidades y riesgos de una inversión en los intereses de los 36 clubes profesionales”. “Independientemente de esto, hubo acuerdo en que es esencial que los clubes y la DFL trabajen juntos en conceptos para acelerar el marketing internacional”, concluye su comunicado.
Se desconoce qué impacto puede haber tenido el anuncio de la Superliga en el fracaso de las negociaciones, aunque en la Serie A ya quedó claro que iba a tener impacto. Sin ir más lejos, CVC solicitó cláusulas que le blindaran de alteraciones graves en el actual sistema competitivo.
Este revés se suma al sufrido por la Bundesliga en la comercialización de sus derechos audiovisuales. La competición pasará de una media de 1.160 millones en 2017-2021 a una cifra de 1.100 millones en el ciclo 2021-2024. Ahora bien, el ajuste ya se producirá este año, pasando de 1.350 millones que correspondían en el último curso del contrato a 1.200 millones.
La Bundesliga se ha quedado sin la ventana que asegura beIN Sports en Oriente Medio
El fútbol alemán, que tradicionalmente se había hecho fuerte en el mercado nacional de la mano de Sky (después se sumaron Eurosport y Dazn), también ha sufrido en el extranjero. La competición se ha quedado sin la ventana que asegura beIN Sports en Oriente Medio, cuando Premier League y LaLiga sí mantienen el acuerdo, considerado en la industria como uno de los contratos más lucrativos en relación con lo que supone de ingresos con el volumen de población del territorio.
Además, la finalización de su acuerdo de distribución internacional con FOX Sports ha supuesto una grave pérdida de visibilidad e ingresos en Latinoamérica y parte de Asia, donde se ha intentado asegurar cierta exposición a través de acuerdos con OTTs como OneFootball, sin apenas penetración en el mercado. La propia DFL ha admitido una caída del 20% de su valor internacional, sólo con mejoras en Japón, Estados Unidos o el norte de Europa.