La carrera por organizar el Triatlón de Barcelona estará más apretada que nunca. El Ayuntamiento ha sacado a concurso la gestión de la prueba para los dos próximos años, un contrato valorado en 262.381 euros por edición para un total de 524.763 euros. La principal novedad es que ya no se va a exigir a las gestoras que quieran concurrir que tengan experiencia específica en esta disciplina.
De hecho, tan solo es necesario tener experiencia en alguna de las tres pruebas que conforman el triatlón, con una media de 10.000 participantes, como mínimo en tres ediciones de los últimos cinco años y que en alguna de ellas hayan alcanzado los 13.000 corredores en meta. De este modo, se abre la puerta a que compañías como RPM Sports puedan optar al contrato, pues hasta ahora su especialidad habían sido el running y el ciclismo.
En total, las cifras económicas exigidas por el consistorio de la ciudad catalana ascienden a 433.000 euros para las ediciones de 2022 y 2023, con la posibilidad de prorrogar el acuerdo anualmente hasta 2026 por más de 1 millón de euros. El ente municipal salió al paso el año pasado para hacerse con la gestión del Triatlón de Barcelona y asegurar su continuidad tras el cierre de Win Sports, empresa al frente de la dirección ejecutiva de la cita desde 2016. La empresa echó el cierre, pero sus principales activos deportivos y el grueso de la plantilla se integró precisamente en RPM.
Entre 2007 y 2015 la dirección ejecutiva de la carrera estuvo en manos de IMG. La empresa estadounidense especializada en marketing deportivo se encargó de consolidar un evento que en 8 años prácticamente triplicó el número de participantes; de 2.654 en 2008 a 6.034 en 2012. No obstante, en los últimos tres años de gestión de IMG la prueba perdió el 21,6% de sus participantes. Descartada la multinacional, que ha puesto su foco en tenis y golf en España, los únicos posibles rivales podrían ser Ironman u otras gestoras especializadas, como Motorpress Ibérica.
Tras cuatro años en los que la prueba fue creciendo en inscripciones, superando de nuevo la cifra de los 4.000 triatletas, la pandemia dejó en el aire su continuidad por los problemas de Win Sports. Entonces, se optó por encargar la dirección ejecutiva por un solo año a una empresa especializada. “Excepcionalmente este año la dirección ejecutiva la asume el IBE y la dirección técnica saldrá a concurso; no haremos una contratación, sino una licitación para que se presenten empresas con experiencia”, explicaba el año pasado el director de eventos y promoción deportiva de la ciudad, Gabi Arranz.
Entre los requisitos esgrimidos por el consistorio para las gestoras está que presenten un valor anual de facturación superior a los 742.572 euros. La prueba se disputará el próximo 9 de octubre Si bien se desconoce qué patrocinadores apoyarán el evento, algo que dependerá de los acuerdos que alcance el adjudicatario, la cita contó el año pasado con Banco Santander como title partner. La entidad financiera lleva dando apoyo a la cita desde 2016, año en que relvaron a Garmin como patrocinador principal.
Por otro lado, el adjudicatario deberá encargarse de la gestión y comercialización de los derechos televisivos del triatlón mediante la realización de un documental de al menos 15 minutos y su emisión en alguna televisión de ámbito local.
Este será el único triatlón que albergue la ciudad catalana en 2022 puesto que el Ayuntamiento anunció en febrero que renunciaba a acoger la prueba de la Copa de Europa de Triatlón, evento que se ha celebrado en Barcelona en las dos últimas ocasiones. La decisión del ejecutivo barcelonés fue totalmente inesperada, puesto que la prueba estaba incluida en el calendario de la Federación Europea de Triatlón para el próximo mes de octubre.
