Barcelona continúa pedaleando para convertirse en una ciudad ciclista. Además de albergar la salida de La Vuelta en 2023, la capital catalana se postula para recibir también al Tour de Francia en los próximos años. El Ayuntamiento ha anunciado que ha iniciado negociaciones con ASO, organizadora de la carrera, para albergar la salida de la Grande Boucle.
En el marco de la presentación del recorrido de la ronda española que se llevó a cabo anoche en el Palau de la Música Catalana de Barcelona, el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni y el regidor de deportes, David Escudé, se han reunido con el director del Tour de Francia, Christian Prudhomme, para valorar las opciones qué hay de recibir la ronda gala durante los próximos cuatro años de legislatura.
La última vez que la carrera francesa pasó por la ciudad catalana fue en la edición de 2009. Entonces, albergó la llegada de la etapa 6 y la salida de la etapa 7. Este mismo año el Tour de Francia saldrá desde Bilbao. Las distintas administraciones del País Vasco pagarán un total de 12 millones de euros para traer el pistoletazo de salida del Tour a la capital vizcaína.
Para traer la salida de La Vuelta a la ciudad, se han invertido 1,16 millones de euros, que permitirán promocionar la ciudad en el extranjero. Con esta apuesta, el consistorio espera proyectar la ciudad en el extranjero, gracias a los casi 200 países en los que se ve la carrera.
“Barcelona puede convertirse en una de las únicas ciudades del mundo en acoger los principales acontecimientos deportivos mundiales: el Mundial de Fútbol de 1982, los JJOO del 92 y, ahora la salida del Tour”, ha señalado Collboni.