La ATP da un paso adelante para hacer sostenible para todos los tenistas el competir en la élite internacional del tenis. El circuito de tenis masculino profesional ha anunciado la puesta en marcha del programa de garantía de ingresos Baseline, un proyecto piloto de tres años de duración que se lanzará en 2024, a partir de la próxima temporada. Este plan abarca tres ámbitos: la garantía de ingresos, la protección económica en caso de lesiones y un plan destinado a jóvenes talentos que están dando el salto a ATP.
Se espera que entre 30 y 45 jugadores reciban ayuda financiera a través de Baseline cada temporada, y la elegibilidad se determinará en función de una serie de criterios. Estos criterios incluyen la clasificación del jugador, los premios en metálico obtenidos a lo largo de su carrera y el número de eventos disputados. El periodo de prueba piloto de 2024-2026 servirá como prueba inicial del concepto, con la posibilidad de ampliar la financiación en el futuro.
El primer pilar del programa abarca los ingresos básicos garantizados, que aseguran unos niveles mínimos de ingresos para los 250 mejores jugadores del ranking individual de cada temporada. En caso de que los ingresos en premios de un jugador queden por debajo del umbral garantizado, la ATP intervendrá para cubrir el déficit. Para la temporada 2024, estos niveles son 300.000 dólares (275.000 euros) en el top-100, 150.000 dólares (137.700 euros entre el puesto 101 y 175 y 75.000 dólares (86.863 euros) hasta la posición 250. Esta garantía permitirá a los jugadores planificar sus temporadas con mayor certeza, centrarse en competir e invertir en su staff sin temor a no poder costear esos gastos. Este plan permitirá cubrir los gastos de entrenadores y fisioterapeutas personales, así como los desplazamientos.
El segundo pilar se centra en la protección en caso de lesión, proporcionando apoyo a los jugadores que jueguen menos de nueve competiciones de categoría ATP Tour y Challenger Tour en una temporada debido a una lesión. Esta iniciativa progresiva incluye umbrales fijados en 200.000 dólares (183.000 euros) en el top-100, la mitad para los que estén entre el puesto 101 y 175 y 50.000 dólares (45.900 euros) para los que estén entre el puesto 176 y 250 en 2024. Este pilar está diseñado para proporcionar seguridad financiera en los momentos en que los jugadores atraviesan lesiones y no pueden competir, lo que les permite centrarse en la recuperación para volver a competir.
El tercer pilar, llamado Newcomer Investment, proporciona un impulso adicional a las jóvenes promesas que inician y avanzan en su andadura en el tenis profesional. Estas estrellas en ciernes tendrán acceso a 200.000 dólares (183.000 euros) de financiación al entrar por primera vez en el top-125, pagados por adelantado para la siguiente temporada y compensados con los premios en metálico. Esto facilitará la inversión de los jugadores en sus equipos y recursos cuando entren en el circuito ATP.