La Asobal será liga profesional la próxima temporada. El balonmano masculino español se convertirá en la cuarta liga profesional del deporte español, después de que este jueves todos sus clubes aprobaran por unanimidad el nuevo estatus de la categoría, según ha podido saber 2Playbook. Todo ello, con el visto bueno del Consejo Superior de Deportes (CSD), donde se ha celebrado la asamblea general extraordinaria.
La asociación ha elevado al CSD un informe elaborado para abordar y votar esta cuestión, que se formalizará ya en la 2022-2023. También se verán modificados los estatutos. A partir de ahora, la gestora tendrá mayor independencia respecto a la Real Federación Española de Balonmano (Rfebm), que este sábado debería votar en su asamblea eliminar las competencias de Asobal. Todavía no se conoce reacción de la federación sobre este punto y sus consecuencias.
Entre las claves del acuerdo entre la Asobal y el CSD destacan dos: la televisión y el control económico. La primera cuestión, que ha llevado a enfrentamientos entre la gestora y la Rfebm en los últimos tiempos, se solucionará con el respeto de los acuerdos vigentes con LaLigaSportsTV y Teledeporte (Rtve) para el próximo curso. De cara a 2023-2024 se lanzará un nuevo tender por parte de la profesionalizada Asobal.
Este movimiento llega después de que el CSD convirtiera en profesional la Primera División femenina de fútbol. De hecho, ya entonces se habló de este torneo y del fútbol como el punto de partida o el inicio del proceso de profesionalización de otras ligas españolas, la Asobal entre ellas.
Un sistema de control económico y el impulso de los PGE
Asimismo, la Asobal implantará un control económico de sus clubes, una medida que exigía el CSD para llevar adelante la profesionalización. Se desconoce por ahora cómo será este sistema que buscará la sostenibilidad de sus clubes y, por ende, de la competición.
¿Y cómo ha sido todo tan rápido? La respuesta se encuentra en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022, donde se recoge la eliminación de la obligatoriedad de los clubes de convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) para competir en el deporte profesional. Este era el gran talón de Aquiles del balonmano para dar el paso. A la que se ha presentado la oportunidad, la Asobal ha conseguido su objetivo.
